TRADICIONES FIN DE AÑO
Los Campaners se reivindican tras los fallos de Boí y Cervera
“Con el toque manual, que es Patrimonio de la Humanidad, esto no habría pasado” || Critican los automatismos en Fin de Año
Pese a los fallos, Cervera celebró el fin de año con toda normalidad.
Nochevieja a destiempo en Boí y en Cervera, donde los asistentes a la fiesta se quedaron sin oír las campanas. La Confraria de Campaners i Carrillonistes de Catalunya se reivindica en una fecha tan señalada y ayer emitió un comunicado en el que se destaca que “ni las campanas ni los campaneros fallaron, sino que, según la información de que disponemos, lo que no funcionó fueron los mecanismos automatizados para hacerlas sonar o los equipos que los ayuntamientos habilitan para amplificar el sonido y que se puedan escuchar mejor a pie de plaza cuando hay mucha gente”. Es por ello que reclaman que “la mejor solución para evitar estos problemas técnicos es recuperar en estas ocasiones especiales el toque manual de campanas”, una práctica que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace apenas un mes.
En Taüll, por ejemplo, el 31 de diciembre tuvieron un problema con las campanas que fue solucionado con el toque manual y se pudo celebrar la llegada del 2023 con normalidad. No tuvieron esta suerte las más de 100 personas que se congregaron ante la iglesia de Sant Joan de Boí, que no pudieron comerse a tiempo las tradicionales doce uvas al no sonar las campanadas. Según la alcaldesa de La Vall de Boí, Sònia Bruguera, ni desde el consistorio ni desde la empresa encargada del mantenimiento y programación se sabe qué pudo ocurrir para que fallaran las campanadas pese a que “todo funcionaba bien” en las pruebas previas.
Por ello, la empresa encargada de la gestión examinará hoy todas las campanas de La Vall de Boí. Algo similar ocurrió en Cervera, donde cerca de 300 personas que se dieron cita en la plaza Major no pudieron despedir el 2022 como esperaban, ya que el equipo de sonido instalado para amplificar las campanas no funcionó, aunque la fiesta se desarrolló con normalidad. Estos errores pasarán a la historia como muchos otros que han marcado esta fecha.
En 2015 Canal Sur emitió un anuncio que tapó las campanadas y en 2002, Telecinco retransmitió un vídeo del ensayo que no coincidió con las reales. Otros fallos televisivos sonados corrieron a manos de las presentadoras Marisa Naranjo en 1989 e Irma Soriano en 1993, que confundieron las campanadas con los cuartos, con el consiguiente retraso a la hora de tomar las uvas.
