Preocupación por la hipersexualización de los adolescentes en las redes

En los últimos meses han salido a la luz algunos casos de menores implicados en delitos sexuales, como agresores o como víctimas. También han creado polémica algunos vídeos que muestran a menores “hipersexualizados” con imágenes que se han hecho virales en las redes sociales. En Barcelona, dos adolescentes acusados de violar a una chica de 15 años en Matadepera en 2021 junto a otro mayor de edad se jugaron a piedra, papel o tijera quien empezaba a hacerlo.

Así lo relataron durante su declaración como testigos los dos menores ante la Audiencia de Barcelona durante el juicio al mayor de edad celebrado el pasado mes de noviembre. Según la fiscal, la víctima estaba “con sus capacidades ligeramente alteradas” porque había consumido alcohol. Entonces, la llevaron a una zona apartada y los tres la agredieron sexualmente por turnos mientras ella les dejó hacerlo “presionada por lo numeroso del grupo y lo apartado del lugar sin que hubiera nadie a quien pedir ayuda al haberse alejado la gente con la que estaba”.

Unos meses antes, en abril, un menor de 13 años había sido detenido en Tarragona como presunto autor de una agresión sexual a una adolescente 15 años. No se le pudo imponer ninguna medida penal, puesto que debido a su edad es inimputable. Al parecer, contaba con antecedentes por hechos similares.

Según los Mossos, los hechos tuvieron lugar de noche, cuando el menor presuntamente asaltó a la chica, la violó y le robó su teléfono móvil, al tiempo que la golpeaba. Entretanto, la publicación de un vídeo en TikTok hizo estallar las redes sociales al hacerse virales las imágenes de una discoteca de Barcelona que organiza fiestas para menores de entre 14 y 17 años. La polémica llegó tras ver a unas adolescentes “perreando” frente a un grupo de chicos.

Miles de usuarios criticaron la hipersexualización de los menores mientras que el vídeo acumuló millones de reproducciones. En un caso similar, una menor denunció una agresión sexual tras publicarse un vídeo en el que aparecía practicándole una felación a un joven en la discoteca Waka de Sant Quirze del Vallès. Los Mossos descartaron que se tratara de una agresión sexual mientras que centran sus esfuerzos en localizar a la persona que había grabado y publicado las imágenes.

Al respecto, la psicóloga y educadora sexual Vanessa Rodríguez recuerda que la comisión de derechos de la mujer e igualdad del Parlamento Europeo ya señaló que “algunas consecuencias de este exceso de erotización de la infancia son la pérdida de autoestima de los más jóvenes, el crecimiento de los trastornos de alimentación y el aumento de la violencia machista hacia chicas muy jóvenes. Aspectos todos que no deberíamos pasar por alto”. Por su parte, la psicóloga y sexóloga Noèlia Serveto apunta a que “hasta que no se consiga romper con los esquemas de pensamiento y acción heteronormativos y patriarcales que toleran la violencia y la discriminación hacia las mujeres (y el colectivo LGTBI) seguirán persistiendo desigualdades de género”.

Según Serveto, la edad en la que los adolescentes se exponen por primera vez a la pornografía determina el comportamiento sexual. Así, añade, la tendencia a buscar poder sobre las mujeres, en el caso de los chicos, y más probabilidades de tolerar el abuso emocional, físico y sexual por parte de las adolescentes. “Al percibir lo expuesto en redes sociales como verdadero también puede distorsionar la imagen social y física que tienen de ellos mismos afectando a su bienestar y autoestima”, señala.

Entretanto, la profesora Marta Serra apunta que “internet abre acceso a un tipo de contenidos pornográficos que hace que los menores entiendan como normal unos determinados roles de poder y estereotipos. Por eso es tan importante que desarrollen un pensamiento crítico, para que se den cuenta de este discurso de dominación y subordinación que también trasmiten series, películas y canciones”.

«Hay que educar en el respeto antes»

Marta Serra Docente en el INS Josep Lladonosa

¿Cómo es la educación sexual que se imparte en las aulas?

En los centros escolares intentamos sensibilizar sobre todo lo relacionado con la afectividad, la diversidad sexual, la responsabilidad emocional, el placer desde el conocimiento del propio cuerpo y, especialmente, sobre los derechos sexuales y reproductivos. En cuanto a las enfermedades de transmisión sexual, no se trata de educar desde el discurso del miedo, sino de que hay que vigilar porque estas no son un juego. E incidir en que las relaciones que se establezcan deben ser de respeto, que comienza por el respeto a uno mismo. Se están haciendo pasos adelante en esta sensibilización, aunque son lentos.

¿Qué cree que se debería mejorar?

Creo que faltan recursos. Por ejemplo, si hablamos de la ratio de alumnos por profesor, el espacio de diálogo que generas no es el mismo en un grupo de 15 adolescentes que en otro de 30 o 40. También sería positivo que ya desde primero de la Eso se hicieran talleres sobre el buen trato, para más adelante aplicarlo en las relaciones sentimentales. 

«La sexualidad es fundamental para una vida saludable»

Vanessa Rodríguez Pousada Psicóloga y educadora sexual

¿A qué atribuye el aumento de delitos sexuales cometidos por menores?

Debemos plantearnos si están aumentando las agresiones o si lo que realmente está aumentando es la visibilización y concienciación de lo que es la violencia, lo que provoca que haya más denuncias. Es difícil atribuir la existencia de la violencia sexual a una sola causa y, habitualmente, es síntoma de una problemática subyacente más extendida que tendría que ver tanto con causas sociales como individuales.

¿Qué papel tiene el consumo de pornografía a edades muy tempranas?

Muchos adolescentes se están educando sexualmente a través de la pornografía. Por ello, necesitan del acompañamiento adulto para poder obtener una visión crítica ante ella y entender que se hallan ante una ficción. No se trata tanto de hacer un alegato contra la pornografía, sino de que aprendan a ver las ideas y estereotipos que esta transmite. El modelo de sexualidad que emana es negativo tanto para chicas como para chicos y se enmarca en un imaginario relacionado con el deseo masculino. Además, se centra en una visión coitocentrista, que genera frustración entre nuestros adolescentes en el momento de enfrentarse a una relación íntima.

¿A partir de qué edad se debería empezar a educar en sexualidad?

La sexualidad es fundamental para una vida saludable. Es preciso que los aspectos clave sean introducidos en la educación de nuestros hijos e hijas, adaptándolos a las etapas evolutivas de cada uno. Ello conducirá a un mayor conocimiento de aspectos básicos como el mundo de las relaciones, los afectos, el respeto por el otro y por la diversidad, sobre la normalidad de los miedos y las dudas y por la maravilla del placer compartido. 

«Existe un vínculo entre el uso de pornografía y la violencia sexual»

Noèlia Serveto Llimós Psicóloga y Sexóloga Clínica

¿Los menores y adolescentes tienen un buen acceso a la información sobre la sexualidad?

Sus principales fuentes de información son las amistades e internet. Si no reciben información sobre temas que les interesan a través de fuentes tradicionales, como progenitores o educadores, acaban recurriendo a buscarla en otros sitios. Aquí es donde el entorno digital y las redes sociales se convierten en un espacio para la experimentación, compartir experiencias, pero también les expone a mayores riesgos.

¿Y la información que obtiene a través de internet es la adecuada?

Puede ser que esta información sea inexacta, distorsionada o mal comprendida. Muchas veces su elección se basa en el aspecto y presentación y no en su contenido. Las familias deberían ser parte activa en esta búsqueda, para saber qué buscan y que lo hagan de forma adecuada, con contenidos fiables.

¿A qué edad se tiene el primer contacto con el sexo?

El primer contacto con la sexualidad en general, como tocamientos, deseo, flirteos, se inicia entre los 14 y los 15 años. Si hablamos de relaciones sexuales con coito, la media se sitúa entre los 16 y los 17 años.

¿Y con la pornografía?

Los primeros contactos, sin buscarlo intencionadamente, son entre los 9 y 11 años. Un alto porcentaje de adolescentes accede o consume material pornográfico de forma deliberada alrededor de los 12 a 14 años.

¿Puede llevar esta exposición a la pornografía a convertirse en agresores sexuales?

Podemos decir que existe un vínculo entre el uso de la pornografía y la violencia sexual. Hay que fomentar un pensamiento crítico entre los adolescentes para que les ayude a reflexionar y para que comprendan la diferencia entre pornografía (ficción) y sus relaciones sexuales