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Investigadors descubren un nuevo mecanismo que regula la hormona que controla la sensación de saciedad

Supone un avance a la hora de tratar la obesidad y entender los procesos que controlan el peso corporal

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Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IIPSV), vinculado al Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona, ha descubierto el mecanismo a través del cual las células que componen la grasa corporal producen la leptina, una de las principales hormonas que regula la sensación de saciedad. Se ha evidenciado que las personas con sobrepeso tienen alterado este procedimiento y también se ha demostrado que esta respuesta es la que marca el reloj biológico de las células adiposas. La investigación, que se ha publicado en la revista ‘Cell Metabolism’, abre la puerta a entender mejor los procesos que controlan el peso corporal y también a avanzar en el abordaje de enfermedades metabólicas como la obesidad.

La investigadora del IIPSV, Sonia Fernández-Veledo, ha explicado que habitualmente cuando|cuándo el cuerpo humano recibe alimentos, los niveles de leptina en la sangre aumentan, ya que esta hormona es la responsable de enviar la señal de saciedad al cerebro. “En el caso de las personas con obesidad se produce más leptina que en el caso de las que están delgadas, pero al mismo tiempo, sucede el fenómeno conocido como resistencia a la leptina, que significa que el organismo no responde en esta hormona”, ha apuntado a Fernández-Veledo. Al mismo tiempo, ha indicado que las personas con obesidad tienen el mecanismo de saciedad alterado. “Nuestro estudio no sólo demuestra el mecanismo por|para el cual los adipocitos producen leptina, sino también por qué la grasa de las personas con obesidad lo hace de manera excesiva”, ha señalado.

El succinat, un metabolito energético que también actúa como una hormona a través de su receptor SUCNR1, tiene un papel muy relevante en todos estos procesos. Durante muchos años, en este metabolito se le ha atribuido un papel principalmente inflamatorio, además de identificarlo como biomarcador de enfermedades como la obesidad y la diabetes. Sin embargo, en los últimos años, el Grup de Recerca en Diabetis i Malalties Metabòliques Associades (DIAMET) ha demostrado que este es un sistema complejo, ya que los niveles de succinat también aumentan en algunas situaciones fisiológicas, como cuándo ingerimos alimentos.

"Está en este contexto donde creemos que el succinat regula de manera natural las funciones de nuestro organismo que controlan que haya un equilibrio entre la ingesta y el gasto energético”, ha apuntado a la investigadora. Así, el estudio demuestra que el succinat determinaría las oscilaciones de la leptina a lo largo del día. “En las personas con obesidad, este mecanismo está hiperactivado, hecho que explicaría, en parte, los niveles elevados de leptina”, ha asegurado.

Este avance científico representa un punto de inflexión en el tratamiento de la obesidad y abre las puertas a estudios futuros destinados a investigar no sólo otras funciones metabólicas del succinat, sino también a explorar terapias que permitan restaurar este mecanismo, estabilizar sus niveles y recuperar su papel de regular la sensación de saciedad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en todo el mundo son obesas, datos que siguen una tendencia al alza. La obesidad –alerta la OMS– se asocia directamente con la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y las relacionadas con la salud mental, la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y con varias formas de cáncer.

El estudio se ha publicado en la revista 'Cell Metabolism' y ha sido liderado por el DIAMET. Esta investigación, que ha recibido más de un millón de euros de la Fundación “la Caixa” y de la Agencia Estatal de Investigación (Ministerio de Ciencia e Innovación).

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