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Cualquier joven o adolescente tendrá, entre sus referentes, algun youtuber, instagramer o streamer de Twitch. Parece que puede ser una fuente importante de ingresos, un modelo de negocio y todo un estilo de vida.

Pero detrás de estos nuevos profesionales se esconde un mundo más oscuro e inseguro de lo que parece. Hace unos días el youtuber Alvaro Wasabi explicaba en una conversación las interioridades de este trabajo.

Lo resumía como esclavitud y clase obrera de contenidos audiovisuales. Wasabi explicaba el caso de Twitch, plataforma que es propiedad de Amazon y que premia a los creadores de contenidos a través de micropagos que hacen los usuarios.

¿Pero de dónde salen estos micropagos? ¿Todos los usuarios pagan mensualmente cinco euros a sus streamers preferidos? No. El modelo de micropagos de Amazon funciona de la siguiente manera.

Cuando un usuario se hace miembro de Amazon Prime, aquella suscripción de ventajas que vale unos 40 euros el año y que comporta envíos en un día y acceso a música y series, el usuario también recibe un acceso a Amazon Gaming. Esta suscripción gratuita en Amazon Gaming permite a los usuarios suscribirse, por valor de 4,99 euros, a un canal de algún creador de Twitch.

Al cabo de un mes caduca y el usuario tiene de nuevo la posibilidad de suscribirse a un canal. Recordemos que este pago lo realiza Amazon y que el creador de contenidos, si no es capaz de conseguir la renovación del usuario, perderá una suscripción recurrente.

Según Wasabi, más del 80% de los pagos de suscripciones que reciben los streamers de Twitch son de este tipo, y cuesta renovar.

El hecho de que eso lo pague Amazon y no los usuarios es una estrategia muy agresiva de conseguir contenidos de forma rápida y económica, que quedan en propiedad de Amazon y que, el día que la multinacional deje de ofrecer esta posibilidad de hacer micropagos a los creadores, estos lo perderán casi todo. No tendrán ni los contactos de sus seguidores, ni correos, ni nada.

Sí, es un nuevo modelo y a muchos les gustaría reflejarse en sus referentes, pero detrás hay un mundo oscuro y mucho más complicado de lo que parece.

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