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EDUCACIÓN COMEDOR ESCOLAR

Comida gestionada por niños

Una alumna del colegio Sant Jordi sirviéndose pasta en el comedor escolar.

Una alumna del colegio Sant Jordi sirviéndose pasta en el comedor escolar.

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‘Servim-nos com a casa’. Así se denomina el proyecto pionero en Lleida que ha iniciado este curso el colegio Sant Jordi en el comedor escolar, que consiste en que los niños se sirven ellos mismos la comida y eligen la ración que quieren comer, aunque siempre respetanto unos límites mínimos y máximos fijado en función de la edad y que previamente les han explicado. Por ejemplo, los de quinto y sexto de Primaria saben que si hay albóndigas o croquetas, se tienen que comer entre dos y cuatro. Los escolares también ponen los platos y cubiertos y, al terminar, los recogen y limpian la mesa.

La asociación de madres y padres del alumnos del centro gestiona el comedor y contrata a los monitores, pero del servicio de comida se encarga la empresa 7 i Tria, que el curso pasado estrenó esta iniciativa para fomentar la autonomía personal y los hábitos saludables de los alumnos en varios colegios de Catalunya, y este lo ha extendido a una treintena de centros, entre ellos el Sant Jordi (el único de Lleida). “Hace dos años que intentábamos mejorar el comedor, reducir el ruido y que los niños estuvieran más tranquilos. Fuimos a Esparreguera a ver una escuela que hacía este proyecto y nos gustó mucho. Lo estrenamos en septiembre y ha sido un éxito”, indicó Esther Vicente, secretaria del AMPA. Verónica Fuentes, coordinadora del ‘Espai del Migdia’, añadió que “al poder decidir lo que comen, los niños se sienten más mayores” y se portan mejor, y aseguró que ha servido también para que tomen mejor los alimentos que antes les costaba comer, cuando les servían los adultos. En este sentido, indicaron a modo de ejemplo que antes la lechuga sobraba siempre y ahora se acaba. Además, apuntaron que el hecho de poder elegir la ración no se ha traducido en que los escolares coman más cantidad de los alimentos que más les gustan y menos de los que no.

Asimismo, Anna Arnal, coordinadora de 7 i Tria, señaló que con este sistema los niños “aprenden a no comer por los ojos, sino a ponerse en el plato solo lo que saben que se van a acabar. ”. De este modo, desde que implantaron el proyecto sobra menos comida en el comedor escolar. Detalló que las cantidades y las veces por semana que deben tomar cada alimento vienen determinadas por la Generalitat y añadió que, además, una dietista asigna los menús.

En el proyecto ‘Servim-nos com a casa’ participan todos los alumnos que se quedan en el comedor, unos doscientos, aunque los más pequeños, los de P-3 (tienen tres años), por el momento solo se sirven el postre.

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