JUSTICIA TRAMAS
El juez reabre la causa por unos 'bebés robados' en el Arnau en 1976
Un juzgado de Lleida acepta una petición de una familia para tener más pruebas || Quiere saber qué magistrado firmó la orden de enterrar a los niños hace 40 años
Francisco Castro y Rafaela Heredia, en una imagen de archivo junto a su hijo, nacido en 1978.
El juzgado de Instrucción número 4 de Lleida ha reabierto el caso de unos bebés que supuestamente fueron ‘robados’ a un matrimonio en el ahora Arnau de Vilanova en 1976. El magistrado había archivado de forma provisional hace unos años la causa, motivada por la denuncia de la familia, por falta de indicios de que se hubiera cometido un delito, pero ahora ha decidido reabrirla para practicar una diligencia de prueba. Y es que los padres de los bebés, gemelos, han solicitado poder saber el nombre del juez que firmó la orden de enterrar los cuerpos de los niños, que supuestamente fallecieron al nacer. Tras esta demanda, el el titular del juzgado de Instrucción 4 ha trasladado la petición al Registro Civil. Así lo explicó ayer a este diario Francisco Castro, el padre de los pequeños, un vecino de Puerto Genil (Córdoba) que vivía en Fraga con su mujer, Rafaela Heredia, cuando ocurrieron los hechos. Fue el 20 de diciembre de 1976 cuando ingresó en la entonces residencia General Moscardó para dar a luz a los que iban a ser sus primogénitos. Cuatro días después le practicaron una cesárea, pero los médicos les aseguraron que los pequeños habían muerto: uno nació ya cadáver y el otro falleció poco después. Aunque insistieron en ver a sus hijos, ambos aseguran que no se los dejaron ver para evitar que se llevaran un mal recuerdo.
La madre tuvo que ser trasladada de urgencia a Barcelona y fue una enfermera, dicen, la que se ofreció a gestionar la documentación de los fallecimientos, que nunca les fue entregada, ni tampoco la del lugar donde estaban enterrados. No fue hasta 2011, cuando empezaron a salir a la luz los primeros casos de ‘bebés robados’, cuando la familia presentó una denuncia ante la Guardia Civil con el objetivo de saber dónde estaban sus hijos y si realmente fallecieron. Desde entonces no han dejado de mover cielo y tierra para saber qué pasó, tampoco cuando el juzgado archivó el caso ni cuando la Audiencia de Lleida, donde presentaron un recurso, también lo hizo. Pero ahora vuelven a ver la luz gracias a esta reapertura que, esperan, pueda llevarles finalmente a saber qué ocurrió de verdad.
