Polémica por el cierre del centro para maltratadas

La asociación Dones de Lleida reclamó ayer a la Paeria reubicar “de forma inmediata” a todas las usuarias del centro La Dona Samaritana, que atiende a mujeres víctimas de la violencia machista y a sus hijos y a mujeres sin hogar, después de que el jueves trascendiera que está funcionando con voluntarios de la entidad, vinculada a una iglesia evangélica, tras la marcha de las profesionales por discrepancias con la dirección (ver SEGRE de ayer). En una concentración bajo el lema “Prou violència institucional”, la entidad feminista pidió la creación de un centro de titularidad pública y sin vinculación religiosa para atender a este colectivo. “Hemos puesto en conocimiento de la Paeria quejas de usuarias sobre el trato recibido en el centro y el consistorio siempre respondía que La Dona Samaritana era ejemplar”, dijo Gemma Casal.

El alcalde, Àngel Ros, subrayó que la Paeria ya está negociando con dos entidades sociales para que puedan hacerse cargo de este recurso asistencial de urgencia a través de un concierto y garantizó “ninguna pérdida de asistencia” a las usuarias actuales. En el centro siguen viviendo 13 mujeres y 9 niños, la mayoría derivados por los servicios sociales del consistorio. Por su parte, los profesionales volvieron a insistir ayer que se ofrecieron a mantener el servicio “el tiempo que fuera necesario” para no dejar desamparadas a las usuarias pero la dirección “no lo permitió” y que “no han discriminado a nadie por cuestiones de salud, religión o de edad” mientras estuvieron al frente del centro, como sugieren algunas denuncias. Dones de Lleida prevé reunirse el miércoles con el edil Xavier Rodamilans

La Crida-CUP volvió a recordar que lleva casi dos años reclamando la municipalización de la atención de víctimas de la violencia machista y el Comú propuso crearlo entre la Paeria, el Consell Comarcal y el Institut Català de la Dona.