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Dos años de inhabilitación y una multa de 2.700 euros por los delitos de lesiones por imprudencia y de intrusismo. Este es el acuerdo al qua han llegado las partes durante el juicio al técnico en cuidados auxiliares de enfermería del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida acusado de provocar el coma a un paciente que estaba ingresado en un box de Urgencias.
La fiscalía ha descartado acusarlo de un delito de tentativa de homicidio, teniendo en cuenta que el paciente no sufrió ninguna secuela y que las sustancias administradas sólo son tóxicas en dosis superiores.
Los hechos tuvieron lugar el 3 de enero de 2016, cuando, según la fiscalía, el auxiliar, que estaba destinado en la quinta planta de medicina interna, bajó a Urgencias a hablar con unos compañeros. Una vez allí, abandonando cualquier prudencia profesional y con el objetivo de relajar un paciente, de 75 años, que se quejaba en un box, le inyectó benzodiacepina, que afecta al sistema nervioso central. El hombre quedó profundamente sedado, hasta que una doctora le suministró un medicamento que actuó de antídoto. La rápida intervención de los médicos le evitó la muerte y al cabo de unos días se recuperó. Después de los hechos, el auxiliar fue suspendido de trabajo y sueldo.