Esperando al Parador

Con muchas ganas y con altas expectativas y esperanzas depositadas en el Parador del Roser. Así esperan los negocios de la calle Cavallers más cercanos al nuevo (y esperado) equipamiento hotelero a solo cuatro días para su puesta en marcha tras casi siete años de obras.

Los comerciantes y empresarios de la zona se muestran confiados en que su apertura supondrá un revulsivo para el barrio, que atraerá no solo a más turistas sino también a más vecinos de la ciudad y de comarcas y que repercutirá positivamente en sus establecimientos.

“De momento, ya se nota más ambiente y el barrio incluso se ve más limpio, la brigada municipal pasa religiosamente”, bromea Cristina Armengol, presidenta de la asociación de vecinos del Centro Histórico que regenta la floristería Bambú, a escasos metros del parador, que abrirá el próximo jueves día 10.

Los comercios cercanos al hotel ya notan más movimiento y una mejora de la limpieza de la zona

“Aunque mis ventas no repunten demasiado, para el barrio será un punto y aparte, que se completará con la próxima inauguración del Call Jueu y la del espacio de coworking, así como con la reapertura del Mercat del Pla”, detalló. “Lo nuevo siempre crea expectativa, la curiosidad se contagia”, sentencia Miguel Ángel García, del restaurante Romeu.

Y es que algunos vecinos recuerdan cuando Cavallers era una calle comercial que tenía numerosos establecimientos y clientes, que entró en decadencia a partir de principios de los años ochenta hasta tocar fondo con el cambio de siglo.

Este es el ambiente que anhelan recuperar para configurar un barrio más dinámico y que saque partido de sus atractivos culturales y patrimoniales, subraya Jaume Millas, dirigente de la asociación Jaume I. No obstante, su puesta en marcha como hotel de cuatro estrellas también ha generado rechazo por parte de partidos y entidades independentistas que pedían preservar el Roser como espacio público y símbolo de resistencia de la ciudad ante las tropas borbónicas en 1707.

Sea como sea, y a la espera de ver los efectos que provocará en el barrio y en la ciudad, el parador se estrenará el jueves teniendo garantizada casi la plena ocupación para lo que queda de agosto y la primera mitad de septiembre, con más de 2.200 reservas.

las claves

la opinión de establecimientos de la zona

Miguel Á. García. Restaurante Romeu: 

«Ayudará a reactivar las noches en la zona».

“Los menús de mediodía nos funcionan muy bien, pero por la noche la zona está bastante parada. Esperamos que el parador represente un impulso en el Barri Antic, sobre todo nocturno, y nos traiga clientes”, explica Miguel Ángel, propietario del Romeu. Y añade que desde que se anunció su inauguración, ha despertado expectación, “varios clientes nos han preguntado por él”. 

Rosa y Montse, Cafetería Glacé:

«Ya lo notamos, el personal desayuna aquí».

“Ya estamos notando todos los preparativos, cada día tenemos varios trabajadores desayunando en la cafetería, incluso el responsable, y nosotras estamos encantadas. La verdad es que se nota más movimiento en la calle y esperemos que su puesta en marcha beneficie a todos”, indican Rosa y Montse, que que regentan esta cafetería, a escasos metros del Roser, desde hace un año.

Roser Xandri, Espai Cavallers: 

«Más visitas e incluso vender alguna obra».

 “El perfil de clientes de los paradores nacionales suele tener un alto poder adquisitivo y nivel cultural, espero aumentar las visitas y también vender alguna obra, claro que sí”, explica Roser Xandri, propietaria de la galería Espai Cavallers. De hecho, “he avanzado una semana la vuelta de vacaciones para aprovechar agosto, me hace mucha ilusión que por fin se abra”, explica.