Un Aplequet en constante crecimiento

Lleida tiene tanta hambre de Aplec del Caragol que no puede aguantar un año entero sin disfrutar de esta fiesta. Por eso cada vez son más los que se apuntan a participar en el Aplequet, la edición otoñal de la fiesta leridana más popular, que no para de crecer. Ayer fueron ya 3.600 personas las que se dieron cita en los Camps Elisis, un centenar más que en la pasada edición, de un total de 68 colles, dos más. “Estamos muy contentos y cada año va a más”, explicó Ferran Perdrix, presidente de la Federació de Colles de l’Aplec del Caragol (Fecoll). Por ello, la organización se vio obligada a aumentar la zona cubierta instalando una carpa más grande y también incrementó el espacio de las peñas para que pudieran contar con una mayor amplitud. Pero el Aplequet no solo crece en cantidad, también en calidad. “Cada vez las colles vienen con más sofisticación a la edición de otoño, con sistemas de electricidad y agua y con cocina mas elaborada”, apuntó Perdrix. Eso sí, aunque los menús son variados, los caracoles volvieron a ser los grandes protagonistas, consumiéndose más de media tonelada de ellos. Y junto a ellos, el otro ingrediente estrella, la diversión, que no faltó en ninguno de los metros cuadrados del recinto. ‘Tirada de bitlles’, juegos infantiles de construcciones y carreras de sacos animaron la mañana para aquellos que no tuvieron que encargarse de cocinar. No faltó, por supuesto, la música, ya que una orquesta amenizó a los presentes tanto antes como después de la comida. Sin embargo, y a pesar del éxito, la posibilidad de ampliar a dos días el Aplequet no está encima de la mesa sobre todo por el reto económico que supondría.