PSC, Cs y PP aprueban el presupuesto de la Paeria con el resto de la oposición en contra

El presupuesto de la Paeria para 2018, que asciende a 164,7 millones, fue aprobado ayer en el pleno con los votos del gobierno (PSC), Cs y PP y el resto de la oposición en contra. De hecho, el expediente que se sometió a votación ya incorporaba las enmiendas de Cs y PP, mientras que las más de 120 presentadas por el resto de grupos fueron rechazadas, entre ellas la de ERC de incorporar la plantilla de la concesionaria de la zona azul a la Paeria. Al respecto, la portavoz socialista, Montse Mínguez, anunció que en 2018 sacarán a concurso su gestión, pese al pacto firmado con ERC para municipalizarla en 2016, tal como avanzó este diario, mientras que el republicano Carles Vega insististió en que recuperar la gestión sería beneficioso para la ciudad.

El alcalde, Àngel Ros, destacó que el presupuesto es un 1,5% superior al de este año y que prioriza “los servicios públicos, el gasto social y el mantenimiento de la ciudad”, además de invertir “en los barrios que más lo necesitan: Centro Histórico y Mariola”. Ángeles Ribes (Cs) acusó a otros grupos de “querer desestabilizar el ayuntamiento” y Joan Vilella (PP) argumentó su apoyo a las cuentas por “la buena predisposición del gobierno” y el cumplimiento de compromisos previos.

En cambio, Rosa Mari Salmeron (PDeCAT) calificó los presupuestos de “continuistas” y con inversiones “inverosímiles” y Vega, de “rígidos, ficticios, sin modelo de ciudad y con inversiones no prioritarias en vez de destinarlas a paliar efectos de la crisis”. Asimismo, Francesc Gabarrell (Crida) los consideró una “prórroga de los de 2016 y 2017” y apostó por elaborar un presupuesto “excepcional en clave de república” propuestas en base a leyes del Parlament ilegalizadas y para revertir la aplicación del 155”. Sergi Talamonte (Comú) tildó el presupuesto de “opaco y viciado de origen para contentar a gente y buscar votos”.

Luz verde a las cuentas de la EMU

La junta general de la Empresa Municipal de Urbanismo aprobó ayer el presupuesto de 2018 también con el aval de PSC, Cs y PP y el resto de grupos en contra, al ver una deuda “alarmante” y cuestionar su viabilidad si no fuera por las aportaciones millonarias de la Paeria. La presidenta de la EMU, Montse Mínguez, consideró que ERC, Crida y Comú hicieron una “lectura de derechas del balance económico” y dijo que “una empresa que se dedica a la vivienda y alquiler social no puede dar beneficios”. Detalló que gestiona 500 pisos, destina 344.000 euros a su mantenimiento y tramita 2.255 ayudas al alquiler, además de haber reducido la deuda en 10 millones en 4 años, Cs apostó por “potenciar” la EMU y calificó de “palabrería y populismo” las propuestas de liquidarla otros grupos y el PP, pese a un discurso crítico, defendió su ‘sí’ ligado a iniciar un estudio sobre su conversión en oficina municipal de vivienda. El PDeCAT no la ve “saneada”, ERC y el Comú abogaron por su disolución por “inviable” y la Crida la definió como “enfermo en coma” y quiere transformarla en un ente aglutinador de servicios remunicipalizados. Mínguez replicó que “la EMU está más viva que nadie” y que inyectarle “3,7 millones es solo el 2% del presupuesto municipal”. El alcalde apuntó que ahora “le toca acabar el plan de la estación’.

La FAV pide más partida para los presupuestos participativos El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Toni Baró, pidió aumentar la partida para presupuestos participativos (ahora es un millón), más ayudas para los núcleos antiguos, más pisos sociales, incentivar la recogida selectiva, mejorar el alcantarillado, menos trámites burocráticos y más seguridad en l’Horta. Guillem Boneu, presidente de la EMD de Sucs, reclamó actualizar el convenio de financiación con la Paeria, más partida para caminos y trasladar la escuela ‘bressol’.