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BARRIOS SEGURIDAD

Tapian un bloque del Barri Antic donde había tráfico de drogas

Los vecinos llevaban meses quejándose de su estado deplorable, con casi todos los pisos okupados || También denunciaron narcotráfico, peleas y exceso de ruido

Imagen de la puerta tapiada del edificio número 11 de la calle Sant Carles.

Imagen de la puerta tapiada del edificio número 11 de la calle Sant Carles.AMADO FORROLLA

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El bloque número 11 de la Calle Sant Carles, en el Centro Histórico, fue tapiado el pasado miércoles por la tarde después de que la Paeria constatase que el edificio, propiedad de una entidad bancaria, estaba okupado y se había convertido en un centro de tráfico de drogas.

Fue a partir del mes de abril cuando los vecinos de la zona empezaron a denunciar a la Guardia Urbana y Mossos el estado deplorable en el que se encontraba el inmueble, con pisos okupados y desvalijados y donde casi a diario había tráfico y consumo de drogas, además de las peleas y exceso de ruido que causaban sus inquilinos. Esta situación motivó que el pasado verano hubiera una recogida de firmas para exigir una solución, que ahora se ha hecho efectiva con el tapiado de la entrada del edificio después de que hace unos días también fueran tapiadas las puertas de varios pisos.

Los vecinos recogieron firmas en verano para exigir a la Paeria que tomase medidas

Según ha podido saber SEGRE, el ayuntamiento inspeccionó en noviembre todos los pisos, y constató que por motivos de insalubridad, falta total de limpieza, restos de consumo de estupefacientes y excrementos el edificio debía ser desalojado y tapiado. En este sentido, la propiedad adoptó medidas para impedir el acceso a los pisos y ahora ha cerrado la entrada al inmueble con una pared de ladrillos y una plancha metálica.

Los vecinos de la zona mostraron ayer su satisfacción tras “meses de lucha” y agradecieron la labor hecha tanto por la Guardia Urbana como por los Mossos d’Esquadra durante este tiempo tras sus reiteradas denuncias.

De hecho, un vecino que vivía en este edificio alertó en octubre de que se había registrado un fuego en la habitación de una de las viviendas. En su interior, se podían ver las paredes y muebles quemados y el suelo estaba lleno de escombros, las ventanas estaban rotas y muchas de las tuberías y el váter fueron desvalijados. Entonces explicó que el resto de los pisos eran utilizados habitualmente por personas que “vienen y se van, entran cuando quieren, se pinchan en la escalera y dejan jeringuillas en ella”.

Asimismo, a lo largo de los últimos meses tanto agentes de la Guardia Urbana como de los Mossos acudieron en reiteradas ocasiones al inmueble y detuvieron a varios de sus ocupantes. Precisamente, este miércoles, la Urbana detuvo a un hombre de 66 años por desobediencia tras entrar en el edificio y no hacer caso de los agentes.

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