El Síndic insta a limitar el ruido de los camiones de recogida de basura

El Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, “sugiere” a la Paeria que efectúe una medición sonométrica del funcionamiento de los vehículos de del servicio de limpieza y recogida de basura desde el domicilio de un vecino que presentó una queja por el ruido que emiten por la noche, con el fin de” adoptar, si es necesario, las medidas oportunas para minimizar las molestias”. El expediente por esta queja se abrió el 1 de junio del año pasado y el pasado 16 de enero constata que su resolución estaba pendiente de aceptación. El informe del Síndic indica que “hay que tener presente que el ruido producido por la recogida de residuos no es un perjuicio exclusivo de un único ciudadano sino que, como así han establecido los tribunales, los vecinos lo han de soportar como carga social, por lo cual no se trata de un daño individualizable”. No obstante, añade que “igualmente se trata de una posible afectación de derechos fundamentales como el derecho a la inviolabilidad del domicilio, a la intimidad personal y familiar y a la integridad física (derecho al descanso o a la salud)”. Por ello, considera que aunque “la actividad administrativa que ocasiona el ruido sea de interés público, hay que armonizar la intimidad e inviolabilidad del domicilio con este servicio dotándolo de mecanismos silenciosos o, como mínimo, productores de menos emisiones de ruidos”. “En este caso, no consta que se haya llevado a cabo ninguna actuación para objetivar las molestias de ruido que sufre el promotor de la queja”, detalla. El Síndic dice no tener conocimiento de cuáles son los últimos controles que han pasado los vehículo de recogida de basura, por requiere a la Paeria información al respecto.

Reclamación por una graduación de vista errónea en el Arnau Por otra parte, el Síndic pide al departamento de Salud que resuelva la reclamación de un ciudadano, que acudió al Arnau de Vilanova a graduarse la vista tras una operación, pero cuando la óptica le dio las gafas “no veía porque la graduación que constaba en el informe del hospital era errónea”. Reclamó el abono de los 130 euros que le costó cambiar el cristal y asegura no haber recibido respuesta. Ribó dice a Salud que “dé las órdenes oportunas para que se tramite y resuelva cuanto antes”.