El Parador hospeda a unos 15.000 clientes en un año y alcanza un 75% de ocupación media

El antiguo convento del Roser, en la calle Cavallers, cumple mañana su primer año como Parador Nacional de Turismo habiendo hospedado a unos 15.000 clientes y con un índice de ocupación media del 75%, según su director, Miquel López. “La valoración es muy positiva”, subraya, y detalla que el 70% de los clientes son catalanes o españoles (un 40% de Barcelona, un 20% de Madrid y el resto, de Valencia, País Vasco y otras procedencias) y el 30%, extranjeros, principalmente de Francia (25%), Alemania y Reino Unido (10%), Bélgica y Holanda (8%),

Estados Unidos e Italia (7%), pero también de Australia, Japón y Argentina. “Estamos muy contentos porque colaboramos a poner a Lleida en el mapa mundial”, señala, y apostilla que “en verano la ocupación está siendo igual cada día, mientras que en invierno, otoño y primavera fue mayor los fines de semana, casi del 100%”. La mayoría de clientes son turistas que quieren conocer la ciudad y se quedan dos noches (el hotel les regala entradas para la Seu Vella, el Museu de Lleida y Templers).

Subraya que a los clientes lo que más les sorprende es el claustro y el restaurante ubicado en la iglesia y asegura que una encuesta de satisfacción de los clientes de Paradores sitúa el de Lleida en el número 14 de los 97 existentes (el uno es el de Corias, en Asturias). “Esperamos terminar el año en el Top Ten”, augura. Asimismo, considera que el Parador ha ayudado a dinamizar esta zona de la ciudad, a la que todavía le falta un “empujoncito”, aunque recordó que en breve se abrirán el antiguo barrio judío, el Call, y dos calles nuevas que “contribuirán a que la zona esté mejor ubicada”.

En este sentido, titulares de negocios del entorno del Parador afirman que ha traído “otro tipo de gente” a la zona, pero recalcan que todavía quedan muchas cosas por mejorar, como “la limpieza y el control de la prostitución y la droga”. Cristina Armengol, presidenta de la asociación de vecinos y comerciantes del Barri Antic y con un establecimiento en Cavallers, corroboró que se ha notado “más flujo de gente” y ve necesaria más inversión para regenerar socialmente la zona, sobre todo la parte alta de la calle, y la responsable de un bar dijo tener clientes nacionales y extranjeros que están alojados en el parador, mientras otros establecimientos dicen solo notar un aumento puntual de las ventas.

El Parador del Roser tiene cuatro estrellas y cuenta con 53 habitaciones. Su apertura supuso la culminación de un proceso de más de 12 años y una inversión de 16,5 millones por parte de Turespaña y Paradores de Turismo.

El próximo reto, “buscar también al cliente de empresa” El director del Parador, Miquel López, afirmó que su actual reto es “buscar al cliente de empresa”. “Ahora es más un hotel al que vienen los turistas a dormir. Muchas empresas aún no piensan en que les pueda ofrecer todos los servicios que requieren”, apunta. También quiere “abrir” más a toda la ciudadanía el comedor, que ofrece gastronomía leridana. “Que todo el mundo sepa que se puede venir sin necesidad de pernoctar”, subraya. Para ello, en octubre celebrarán un ‘open day’ para personas que estén preparando su boda y también quieren introducir menús con estrellas Michelin del cocinero Mario Sandoval, y hacer catas de vino y cava.