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Los padres reclaman revisar la jornada intensiva en la ESO, que estrena notas

La Fapac ve una “animalada” que los alumnos no coman hasta después de las 15.00

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El curso 2018-2019 arrancó ayer en Lleida para más de 55.600 alumnos de educación Infantil, Primaria y ESO (los de Bachillerato y FP se incorporan mañana) con la novedad de un nuevo sistema de evaluación por competencias en la ESO que elimina las notas numéricas clásicas y la petición de los padres de revisar la jornada intensiva en esa etapa.

Más de 55.600 alumnos de educación Infantil, Primaria y ESO volvieron ayer a las aulas en Lleida tras 81 días de vacaciones (los de Bachillerato y FP se incorporarán mañana). El curso 2018-2018 arranca con la reclamación de los padres de revisar la jornada intensiva que Enseñanza implantó en la ESO en el curso 2012-2013 y que ofrecen en la actualidad una treintena de centros públicos en la provincia. En cambio, no se hace en la concertada. Este horario compactado comporta que los alumnos terminen las clases sobre las 15.00 horas, con lo que llegan a casa a comer muy tarde (no hay comedor escolar en Secundaria en la pública), según la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Catalunya (Fapac). Su portavoz en Lleida, Elisa Solé, consideró que ese horario “no ayuda a la conciliación laboral y familiar” y provoca que algunas familias opten por cambiar a sus hijos a la concertada al pasar de Primaria a la ESO. Subraya también que “comer a las 15.30 en edad de crecimiento es una animalada”, por lo que propuso revisar la jornada intensiva para que los alumnos coman en el centro, de forma gratuita, y acaben las clases a las 16.00. De hecho, la Fapac ha iniciado una campaña para pedir comedor gratuito en Primaria y Secundaria.

El curso arranca también con un nuevo sistema de evaluación continua por competencias en la ESO, que sigue la línea del ya implantado en Primaria y cuya manifestación más vistosa es la eliminación de las notas tradicionales del 0 al 10. Ahora, serán evaluados con No assoliment, Assoliment Satisfactori, Assoliment Notable y Assoliment Excel·lent. El portavoz del sindicato USTEC-STEs, Jaume Añé, aseguró que los docentes deberán evaluar de esta nueva manera sin haber recibido formación específica para ello. Por otra parte, consideró que faltan 550 docentes en Lleida “para poder atender a los alumnos con la misma capacidad educativa y de servicios que en 2010”, antes de los recortes. Dijo que presionarán para acabar con las escuelas en barracones y ve “nepotismo” en los “nombramientos a dedo” de docentes elegidos directamente por las direcciones.

Además, Añé exigió acabar con los contratos de docentes para solo un tercio de jornada y reclamó que en las oposiciones se tenga más en cuenta la experiencia de los interinos. Reclamó un coordinador de coeducación en los centros para trabajar con los alumnos la lucha contra la violencia machista, celebró que Enseñanza haya anunciado medidas contra la segregación escolar y dijo que habrá movilizaciones si no se revierten los recortes retributivos en la función pública (no solo a los docentes). Destacó también falta de especialistas de algunas asignaturas. De hecho, ayer había vacantes al menos cuatro plazas de profesor de música y varias diversas materias de Secundaria. Catalunya El conseller de Enseñanza, Josep Bargalló, afirmó que 21 centros iniciaron el curso con “incidencias” por obras no acabadas “por la aplicación del artículo 155 y las adversidades meteorológicas del verano”, de los cuales 16 empezaron en espacios alternativos. Alguno, como el instituto La Riera de Baladona, no podrán empezar las clases hasta el día 17. Pese a todo, 1,5 millones de alumnos iniciaron el curso en toda Catalunya, 1.299 más que el año anterior, en cerca de 5.500 centros, que ganan 690 docentes en la pública (21 de ellos, en Lleida). 

Nuevo instituto en Mollerusa en el antiguo hotel Cal Duch El antiguo hotel Cal Duch de Mollerussa, que cerró en 2004, es la sede provisional del nuevo instituto, el cuarto de la ciudad. Acoge a dos grupos de primero de ESO que suman 47 alumnos, procedentes de los colegios Les Arrels de Mollerussa y de municipios del Pla d’Urgell como Golmés, Vila-sana, Sidamon y El Poal. Como novedad, los estudiantes podrán aprender alemán y uno de sus primeros proyectos será escoger el nombre del centro (llamado provisionalmente Mollerussa 4), una tarea en la que se implicará al alumnado y a la comunidad educativa, informa J. Gómez. Cal Duch ya había acogido entre 2008 y 2013 las clases del colegio Les Arrels, de modo que algunos alumnos que estudiaron parte de Primaria en ese edificio vuelven ahora para iniciar la ESO. La directora del centro, Carme Rosell, remarcó que el equipamiento es “cómodo y tenemos mucho espacio” por lo que cree que pueden quedarse todo el curso y evitar traslados.

Alumnos de ESO ayer en el antiguo hotel Cal Duch de Mollerussa.

Alumnos de ESO ayer en el antiguo hotel Cal Duch de Mollerussa.JOAN GÓMEZ

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