Cuatro de cada diez viviendas de Ramiro Ledesma están vacías y un 12%, okupadas

En los Bloques Ramiro Ledesma (ahora Grup Mariola) y los tres edificios de Cardenal Cisneros incluidos en el plan Mariola 20.000 destinado a regenerar el barrio hay un total de 508 pisos en los que viven 700 personas de 309 núcleos familiares. Del total de viviendas, 204 están vacías (un 40,1%), 66 okupadas (12,9%) y 238 están en situación regular (46,8%). Este es el resultado del censo efectuado por la Paeria y que ayer detalló la portavoz del gobierno municipal, Montse Mínguez, después de la primera reunión de la comisión de seguimiento del proyecto, que presidió el alcalde, Fèlix Larrosa. Este plan prevé, en un horizonte de diez años, derribar estos edificios y construir de nuevos.

Mínguez anunció que, tras esta “radiografía”, este otoño iniciarán un proceso participativo que constará por una parte de una encuesta a los vecinos de la zona afectada (involucrará a la UdL y a jóvenes del barrio) y por otra, de talleres informativos para recibir propuestas relacionadas con la construcción de viviendas, zonas verdes o equipamientos. Afirmó que intentarán que participen “líderes de opinión del barrio, comerciantes, el centro de salud, trabajadores sociales y la parroquia de la Mercè, por ejemplo. “Activar personas que puedan hacer estos talleres para opinar sobre todo el proyecto de la Mariola, que se alargará diez años. Intentaremos que definan qué Mariola quieren en un futuro”, subrayó. Este proceso debe ayudar a definir la zona por la que comenzará la regeneración urbanística, que se iniciará por los edificios en peor estado. En este sentido, el coordinador de Urbanismo, Joan Blanch, apuntó que los bloques de Cardenal Cisneros tienen problemas de salubridad a causa de filtraciones. Asimismo, el teniente de alcalde Xavier Rodamilans dijo que el colectivo más vulnerable de los residentes en la zona son las 27 personas mayores de 65 años, un 13% del total.

La portavoz del gobierno remarcó que la oficina de atención a los vecinos de la Mariola, que ya ha recibido 60 consultas, seguirá abierta con dos técnicos de servicios sociales, uno de urbanismo y un asesor jurídico. Señaló que consultarán al Colegio de Arquitectos en la redacción del plan y anunció que han pedido visita a la Generalitat y al Estado para pedirles su implicación económica. También apeló al “compromiso ético y social” de las entidades financieras, puesto que “son propietarias de 126 de los pisos, algunos de ellos okupados y otros en situación regular”.

Por su parte, vecinos de Ramiro Ledesma reclaman que el ayuntamiento efectúe inspecciones de los edificios para determinar su estado. Argumentan que así se ha hecho en el Grup Sant Isidori de Mollerussa, que está previsto derribar y del que ya han sido desalojados vecinos de pisos con deficiencias estructurales.