La firma leridana Wala gana un pleito en la UE al gigante Wallapop por imitar su nombre

El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) dio la razón ayer a la empresa leridana Unipreus, que se opuso al registro de Wallapop (plataforma digital de compraventa de productos de segunda mano) como marca protegida en la Unión Europea para determinados servicios al considerar que existe riesgo de confusión con su firma para la venta de material deportivo Wala.

Al estimar el recurso presentado por Unipreus, se abre la puerta a que la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea pueda anular la inscripción de la marca Wallapop. Ahora, esta decisión puede recurrirse ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en un plazo de dos meses, algo que con toda seguridad hará Wallapop, y si este vuelve a dar la razón a Unipreus, la Oficina de Propiedad Intelectual debería reexaminar la admisión de la marca de esta plataforma por el riesgo de confusión con Wala.

El caso se remonta a septiembre de 2014, cuando la empresa barcelonesa Wallapop solicitó el registro de su marca en la Oficina de Propiedad Intelectual para servicios comerciales en línea, una protección a la que Unipreus se opuso sin éxito en enero de 2015 y contra la que presentó recurso más tarde.

Trabajo similar

La oposición de Unipreus no frenó el registro de Wallapop, ya que la oficina europea consideró que los signos, globalmente considerados, tienen “un grado de similitud bajo” y que los servicios designados por la marca son diferentes a los de Unipreus. “Consideraron que los negocios eran distintos y que no había confusión, pero la realidad es que hacemos un trabajo similar a través de internet y los nombres Walashop (canal de venta por internet de Wala) y Wallapop son muy parecidos”, explicó ayer el responsable de Unipreus, Jordi Querol, que afirmó que había clientes “que pensaban que eramos la misma empresa”.

Ahora, el Tribunal con sede en Luxemburgo ha anulado la resolución de la Oficina de Propiedad Intelectual que declaró los servicios examinados diferentes, ya que considera que fue un “error” estimar que los servicios de intermediación para la compra venta de Wallapop no se dirigen a los mismos consumidores que los servicios de Wala. “Ambos podemos vender por internet unos zapatos o una bicicleta y el argumento de que Wallapop solo hace de intermediario no es válido”, señaló el abogado de Unipreus, Carlos Rivadulla. Entre los elementos que la Justicia europea pide tener en cuenta para decidir sobre el registro consta que los canales de distribución de los servicios de cada marca presentan, “como mínimo, un grado de similitud, y no son completamente diferentes”. “Esperemos que Wallapop tenga que cambiar su nombre”, sentenció Querol.