SEGRE

TRIBUNALES JUICIO

Acusado de vender sin su permiso un piso de una tía a la que cuidaba

Un leridano que se sentó ayer en el banquillo y para quien pidieron 6 años de cárcel || Dice que 32.549 € que se quedó fueron para adaptar su casa para la anciana

Un momento del juicio celebrado ayer por la mañana en la Audiencia de Lleida.

Un momento del juicio celebrado ayer por la mañana en la Audiencia de Lleida.A.G.B.

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Un vecino de Lleida, J.S.I., se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de haberse quedado dinero de su tía nonagenaria, a la que cuidaba. Para la acusación particular, ejercida por la hija de la mujer -hoy fallecida-, se trata de una estafa al considerar que el hombre ideó un plan para quedarse con su patrimonio, por lo que solicitó al tribunal que le imponga una condena de seis años de prisión y 58.000 euros de indemnización. La Fiscalía, por su parte, rebaja la petición de pena a los dos años y medio de cárcel porque dice que solo se ha podido acreditar que se quedó parte de su dinero, concretamente 32.549 euros. Por su parte, la defensa pide la absolución.

El hombre negó los hechos y solo reconoció que se había traspasado 32.549 euros a una cuenta suya argumentado que fueron para pagar las obras que hizo en su casa para adaptar su vivienda para su tía, con movilidad reducida, cuando en enero de 2014 la mujer se trasladó desde Sevilla para que él la cuidara. Hizo la transferencia horas antes de que le revocaran los poderes que tenía de su tía y no hay facturas de los trabajos. Instaló la calefacción, el aire acondicionado, cambió una bañera por un plato de ducha y adquirió una cama articulada. Un perito de la defensa cifró las mejoras en 14.000 euros. El acusado afirmó que “quiso venirse a Lleida porque su hija la quería llevar a una residencia de monjas, me dio los poderes y me puso como titular en sus cuentas para que pudiera ayudarla”. Tenía 24.000 euros y cobraba una pensión de 680 euros. En octubre de 2014, el acusado vendió el piso que la mujer tenía en Sevilla por unos 75.000 euros pese a que lo había adquirido por 180.000 euros. “Mi tía no quería ir y era un gasto. El precio fue bajo por la crisis”, afirmó el imputado.

Una versión totalmente opuesta a la de la hija de la mujer, que afirmó que “mi madre no sabía que mi primo había vendido su piso en Sevilla”. En 2015 se desplazó a Lleida, suprimieron el poder notarial del acusado e “incluso tuve que llamar a los Mossos para que dejaran que mi madre regresara conmigo a Sevilla”. La fiscal aseguró que “puede presumirse que la mujer no quiso vender su piso pero no hay pruebas”.

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