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TRIBUNALES JUICIO

El homicida de Alfarràs dice que mató porque oía voces y estaba “abducido”

Asestó 44 puñaladas al asesinado y 24 a la hija de este, que sobrevivió de milagro

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Un jurado popular juzga desde ayer en la Audiencia de Lleida a Josep Sopena Guasch, el vecino de Alfarràs de 37 años que el 19 de mayo del año 2016 confesó haber matado a un hombre y haber dejado gravemente herida a la hija de este. El jurado deberá decidir si perpetró la agresión de manera consciente o durante un brote de esquizofrenia.

“Me levanté incautado y abducido por las voces, que se reían de mí. A Aquilino le apuñalé 14 veces y a Elena, 3. La sangre me impresionó y me fui”. Josep Sopena Guasch confesó ayer de esta forma ante el jurado popular que lo juzga en la Audiencia de Lleida que él era el autor de la brutal agresión que sufrieron un hombre y la hija de este el 19 de mayo del año 2016 en Alfarràs. Aquilino Rubio, de 56 años, murió desangrado tras recibir 40 puñaladas y María Elena sobrevivió milagrosamente pese a recibir 24 navajazos. El jurado popular tendrá como principal elemento de deliberación si Sopena actuó de manera consciente o bajo un brote psicótico causado por la esquizofrenia paranoide que padece.

El acusado, sin embargo, y para la sorpresa de los asistentes en la sala, aseguró que Aquilino Rubio sigue vivo porque “lo veo haciendo de electricista y Elena es enfermera de Brians I”. Sopena lleva ingresado más de dos años en el psiquiátrico de esta cárcel de Barcelona, en la que “en el patio también hay 40 vecinos de Alfarràs que se transmutan”. No obstante, también afirmó que llevó a cabo la agresión para “darles un escarmiento” por la mala calidad de la droga que le vendían, que era consciente de que llevaba una navaja en el bolsillo y que estuvo varios minutos en el rellano del inmueble antes de cometer el crimen. El acusado reiteró varias veces que “desde el comedor de mi casa escuchaba las voces de Aquilino y Elena riéndose de él”. No eran vecinos, vivían a más de 100 metros de distancia y separados por la carretera que cruza el pueblo. “Exabrupto”, “atalaya” y “nomen” fueron otras expresiones que utilizó durante su declaración. Ayer también declaró el subinspector de los Mossos d’Esquadra que dirigió la investigación (ver desglose). Hoy será el turno de la mujer que sobrevivió al ataque y de otros agentes de la policía.

EL RELATO DE LOS HECHOS SEGÚN LOS MOSSOS “Lanzó al tejado la ropa sucia con sangre y se lavó las manos” El jefe de la Unidad Territorial de Investigación (UTI) de los Mossos d’Esquadra en Lleida expuso ante el jurado popular la cronología de los hechos. Los 11 miembros del jurado, nueve titulares y dos suplentes, empezaron escuchando la llamada que hizo una vecina al 112 en la que alertaba de que había una joven ensangrentada pidiendo socorro desde un balcón. El subinspector también explicó que la mujer,“todavía consciente, dijo a los agentes que había sido atacada por Sopena”. Otro vecino declaró que vio salir al hombre del portal con las manos y los zapatos manchados de sangre. En cuestión de minutos los Mossos detuvieron al autor confeso. “Explicó que había tirado la ropa y la navaja”. Los agentes encontraron las prendas en el tejado del inmueble pero no el arma homicida. “También se lavó manos”. El jefe de investigación añadió asimismo que “su actitud era normal. Si hubiéramos detectado alguna alteración, antes de tomarle declaración, habría sido visitado por un médico. Su letrada tampoco alegó nada durante el registro”. Describió como “dantesco” el escenario del crimen. Sopena se ensañó con Aquilino y su hija salvó la vida al protegerse con “una caracolera”. En el piso hallaron marihuana, anfetaminas y básculas de precisión.

Josep Sopena Guasch, ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Lleida en un juicio con jurado popular.

Josep Sopena Guasch, ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Lleida en un juicio con jurado popular.ÒSCAR MIRÓN

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