SEGRE

DENUNCIA VIOLENCIA MACHISTA

Farah amenaza con una huelga de hambre para recuperar a su hijo

La leridana denuncia inacción de la justicia en España en su “lucha a contrarreloj”

Farah y su hijo Adam, de 3 años, antes de ser separados en Egipto.

Farah y su hijo Adam, de 3 años, antes de ser separados en Egipto.A.M.

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“Si dentro de un mes y medio el proceso judicial para recuperar a mi hijo no avanza haré una huelga de hambre delante del Congreso. Necesito que me escuchen”. Así de desesperada se mostraba ayer la leridana Farah Mohamed, que lleva más de cinco meses luchando por recuperar a su hijo Adam, de 3 años, tras denunciar que su marido lo retiene contra su voluntad en El Cairo, la capital de Egipto, tras engañarla y amenazarla de muerte. El pasado 24 de febrero regresó a Benalmádena, donde residía junto a su hijo, para continuar con los trámites judiciales desde España pues, según explicó a este diario, “mi abogada me recomendó que volviera para conseguir que un juez de aquí me ceda la patria potestad”, al mismo tiempo que añadió que “estamos luchando a contrarreloj porque, si no hay ningún avance en los próximos meses, el padre del niño podría declarar que Adam tiene arraigo en Egipto”. “Desde que su padre lo apartó a la fuerza de mi solo he podido verlo en dos ocasiones”, lamenta esta joven de Torrefarrera, quien asegura que “el proceso está estancado porque cada vez está cambiando de casa y no le llegan las notificaciones judiciales”. En cuanto a los trámites en España, denuncia que “desde que regresé no ha habido ningún avance para conseguir medidas cautelares y ya no sé que hacer. Cuando vi a Adam por última vez aún utilizaba pañales, es casi un bebé que me necesita tanto como yo a él”.

El padre de Adam lo retiene en Egipto contra su voluntad desde enero ? La pesadilla de Farah comenzó cuando viajó con su marido a Egipto para iniciar los trámites de separación. El día que debían regresar, el 4 de enero, su pareja le dijo que no le dejaba llevarse a su hijo y la amenazó de muerte, denuncia. Desde entonces, Farah solo ha podido ver a su hijo dos veces, tras concertar encuentros en un centro comercial. La Fiscalía egipcia le dio la custodia del pequeño de 3 años a la madre, pero la sentencia no se pudo ejecutar porque el padre se cambia continuamente de domicilio y las autoridades no logran dar con él.

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