SEGRE

TRÁFICO PREVENCIÓN EN LAS AULAS

La carretera mata a cinco jóvenes cada año en la provincia de Lleida

De entre 16 y 25 años, y otros 215 han resultado heridos graves por esta causa

Un agente durante una actividad de movilidad seguridad en el INS Joan Solà de Torrefarrera.

Un agente durante una actividad de movilidad seguridad en el INS Joan Solà de Torrefarrera.MAGDALENA ALTISENT

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En los últimos ocho años, un total de 41 jóvenes de entre 16 y 25 años han perdido la vida en accidentes de tráfico en las carreteras leridanas, siendo 2018 el peor año para este colectivo, con seis víctimas. Para impulsar la movilidad segura y educar sobre los riesgos, Mossos y Trànsit incrementan sus esfuerzos con actividades en colegios e institutos.

La educación en movilidad segura es fundamental para evitar muertes en la carretera. Una prevención que debe hacerse desde las aulas y que llevan a cabo los Mossos d’Esquadra junto al Servei Català de Trànsit (en el caso de la capital del Segrià es competencia de la Guardia Urbana). Prueba de esta importancia es que en los últimos ocho años un total de 41 jóvenes de entre 16 y 25 años han perdido la vida en accidentes de tráfico en las carreteras de la provincia de Lleida. Un periodo en el que otros 215 jóvenes han resultado heridos de gravedad en siniestros. Según los datos proporcionados por Trànsit a este diario, se registra una mayor lesividad entre jóvenes de 19 a 25 años, franja de edad que concentra 33 de las víctimas mortales en este colectivo desde 2010. El año pasado, Ponent registró la cifra más elevada de jóvenes fallecidos en accidentes de tráfico en este serie histórica, con un total de seis, mientras que otros 13 leridanos de 19 a 25 años sufrieron heridas graves.

Para concienciar sobre los riesgos, los Mossos d’Esquadra llevan a cabo una serie de actividades durante todo el año en colegios e institutos de la provincia. SEGRE asistió a una de estas charlas a alumnos de 3 de la ESO del INS Joan Solà de Torrefarrera. Jesús Alcalde, un agente de la unidad de Tráfico de Ponent y coordinador del programa de la Policía catalana para la educación por la movilidad segura, llevó a cabo una serie de juegos en los que interactuó con los estudiantes para explicarles la influencia que puede ejercer el grupo en la toma de decisiones y los riesgos que se asumen en la movilidad diaria. Los alumnos admitieron que no usaban el cinturón de seguridad en trayectos cortos, no se ponían el casco cuando iban en bicicleta y no siempre cruzaban por el paso de peatones “porque les hace perder tiempo”. Unas decisiones que en la mayoría de las ocasiones se toman porque “todo el mundo lo hace” sin reflexionar sobre el riesgo que se asume, según señaló el agente. Que valoren los riesgos es el objetivo de estas charlas y los alumnos evidenciaron que, a pesar de saber qué situaciones son peligrosas, no miden las consecuencias.

Un agente durante una actividad de movilidad seguridad en el INS Joan Solà de Torrefarrera.

Un agente durante una actividad de movilidad seguridad en el INS Joan Solà de Torrefarrera.MAGDALENA ALTISENT

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