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ENSEÑANZA FORMACIÓN

El otro Bachillerato

Algunos de los alumnos que ha cursado este curso el Bachillerato nocturno.

Algunos de los alumnos que ha cursado este curso el Bachillerato nocturno.MAGDALENA ALTISENT

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Estudiar Bachillerato de manera presencial por la tarde, para poder compaginarlo con un trabajo por la mañana, o con la vida familiar. Eso es posible en Lleida solo en el instituto Màrius Torres, que oferta las modalidades de Ciencias Sociales y Humanidades y de Ciencias y Tecnología, con clases de 16.50 a 22.10 horas. Celia Calvo, directora del centro, explicó que este año han terminado el curso 27 alumnos de primero de Bachillerato nocturno (una línea) y 72 de segundo (dos) y la oferta para el próximo es de una de cada curso, por lo que pierden un grupo. Recordó que tiempo atrás habían tenido dos o tres grupos por curso, pero la oferta ha ido disminuyendo por diferentes circunstancias, como por ejemplo que el Bachillerato se puede cursar también online a través del Institut Obert de Catalunya y resulta más económico. “El Bachillerato nocturno es una segunda oportunidad para las personas que trabajan y seguirlo de forma presencial permite una mayor tutorización, una atención más personalizada y una competencia social que nunca tendrán en el IOC, como relacionarse entre ellos y trabajar conjuntamente”, indicó, y añadió que “los alumnos, cuando se gradúan, dicen que han formado una gran familia”. Detalló que más del 90% de los estudiantes son mayores de edad, personas que no acabaron en su momento y ahora reanudan los estudios, gente que trabaja y quiere tener estudios, otras que lo hacen porque quieren llegar a la universidad. La mayoría tienen menos de 25 años, pero los hay mayores, como una madre de familia e incluso un jubilado de 66 años. Algunos son de Lleida, otros, de fuera de la capital y otros vienen hasta de Fraga. Antoni Sorribes, jefe de estudios de Bachillerato nocturno, apuntó que es más flexible que el ordinario (se pueden cursar asignaturas sueltas) y remarcó que los alumnos están muy implicados. “Se inscribe quien tiene interés porque cuando comienzan las clases en invierno ya es de noche”, subrayó, y añadió que retoman los estudios que dejaron hace tiempo, o no tanto. Unos trabajan y otros buscan empleo. Hace años, todos tenían trabajo fijo y ahora les van saliendo empleos y lo pueden compaginar. Josep Maria Armengol, coordinador de Bachillerato nocturno, dijo que “son menos alumnos y eso permite un trato más próximo, ayudar a los que tienen más dificultades, y ellos lo valoran. Intentamos que se hagan amigos y crear un buen ambiente”. Señaló que hay exalumnos que trabajan o incluso que han estudiado una carrera como Medicina. El delegado de Educación, Carles Vega, afirmó que el Bachillerato nocturno del Màrius pierde un grupo por falta de alumnos y destaca la importancia de estos estudios.

“Es una buena oportunidad”, explican los estudiantes Estudiantes que han cursado este año Bachillerato nocturno destacan la importancia que tiene para ellos este tipo de estudios. Àngela, 19 años, que compatibiliza trabajo con estudios, considera que “es una muy buena oportunidad”. “Es todo muy cercano y los profesores entienden tu situación”, añade. Diego, de 20 años, dijo estar “contento” con estos estudios y apunta que “van muy bien para la gente que trabaja o tiene familia”. Otro alumno, de 17 años, acude al Màrius desde Almacelles y mientras estudia busca trabajo.

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