El propietario de un piso en la calle Mossèn Reig denuncia que se lo han okupado “justo cuando estaba cerrando una dación en pago con el banco para saldar la deuda de 125.000 de hipoteca, que no podía seguir pagando”.
El dueño, J.M.P, alquiló la vivienda hace tres años a una mujer y el contrato finalizaba el 1 de junio de este año. “Por problemas económicos, me he visto obligado a hacer una dación en pago con la entidad bancaria que me concedió la hipoteca, Bankia, por lo que avisé con el tiempo legal a la inquilina, casi dos meses antes de que finalizara el contrato, de que no se lo podía renovar, ya que el piso tenía que dárselo vacío al banco”, explicó. Sin embargo, “antes de que se marchara, se instaló su hermana con sus dos hijos menores”. La inquilina, al irse, dio de baja los suministros y J.M.P afirmó que “la okupa ha podido darse de alta de la luz”, aunque es ilegal al no tener un contrato de alquiler ni ser la propietaria.
El dueño interpuso en julio una denuncia ante los Mossos d’Esquadra y cree que el proceso durará entre seis meses y un año hasta que llegue la orden judicial de desahucio. Mientras, denunció “indefensión” ante su situación. Dijo no saber si se podrá permitir un abogado y “tampoco me conceden uno de oficio porque aún tengo el piso en propiedad”. Por último, explicó que “Bankia me llama cada día para recordarme que debo tres préstamos”.
La okupación de viviendas es habitual en algunas zonas de la ciudad, como en los bloques Grup Mariola y Gaspar de Portolà, donde son frecuentes las denuncias cruzadas por problemas de convivencia.