Clamor por la unidad

La inminente sentencia del juicio al ‘procés’ y las desavenencias de los partidos políticos independentistas marcaron la Diada, que volvió a congregar a centenares de miles de personas en Barcelona, aunque menos que otros años. Los manifestantes clamaron por la “unidad estratégica” y la absolución de los presos. En Lleida se ‘recuperó’ el Roser.

Mucha, mucha gente, aunque menos que otros años. Unas 600.000 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona, formaron ayer una estrella con epicentro en la plaza Espanya de la capital catalana para pedir unidad a los políticos y la absolución de los presos. La ANC y Òmnium lograron vencer el desánimo inicial y llenaron las calles de color turquesa. Bajo el lema “Objectiu independència”, la manifestación, que transcurrió de forma cívica, castigó a los políticos que, por primera vez, no tuvieron reservado un espacio en primera fila en favor de los familiares de los presos y exiliados. Cuando faltan pocos días para que se haga pública la sentencia del juicio al procés, la proclama “llibertat presos polítics” fue casi tan coreada como la ya clásica de “In, Inde, Independència”. A la hora simbólica de las 17.14 dio comienzo la movilización, si bien, desde horas antes, miles de personas ya llenaban Gran Via (donde se concentraban los tramos con manifestantes de Lleida), Paral·lel, Maria Cristina, Tarragona y Creu Coberta.

La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, pidió “no ceder al chantaje” y advirtió que el soberanismo “no dará marcha atrás”. Por su parte, el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, alertó de que el Estado buscará “el escarnio y la venganza” con la sentencia del 1-O, por lo que pidió a los partidos y a las instituciones “sentido de estado” y no perderse en “batallas estériles”. El president de la Generalitat, Quim Torra, avanzó que la independencia estará “en el centro de la política a partir de ahora”. Mientras, Pedro Sánchez se jactó en el Congreso de que con sus políticas “el independentismo había menguado”. Tras la manifestación, que transcurrió de forma pacífica, se vivieron momentos de tensión en los alrededores del Parlament.

El Roser recupera el protagonismo en Lleida La gran movilización de Barcelona obligó a madrugar a los leridanos y los actos conmemorativos de la Diada en Ponent se concentraron por la mañana. En Lleida destaca la recuperación del Roser como epicentro de las ofrendas florales con el alcalde, Miquel Pueyo, al frente. Además, medio millar de personas se manifestaron por la independencia en el Eix Comercial. Mientras, JxCat plantó los actos del consell comarcal del Urgell en El Tarròs, localidad natal de Lluís Companys.