Tensión por un encierro que impidió acceder al Rectorado

Estudiantes que pasaron la noche del lunes al martes en el Rectorado de la Universitat de Lleida (UdL) en protesta por la sentencia bloquearon ayer sus accesos (algunas puertas fueron atrancadas con mesas y bancos) e impidieron la entrada de alumnos, profesores y otros empleados. A las ocho de la mañana un grupo de personas intentó entrar en el edificio, pero los encerrados se lo impidieron y hubo momentos de tensión. Estudiantes y trabajadores esperaron alrededor de una hora y finalmente desistieron.

El rector, Jaume Puy, y otros miembros del equipo rectoral negociaron en varias ocasiones con las personas encerradas para intentar que permitieran el paso al Rectorado, pero no tuvieron éxito. Puy afirmó que respeta la protesta e incluso accede a que los manifestantes pasen otra noche en el Rectorado, pero pide que dejen entrar a alumnos y trabajadores. Los encerrados debían decidir ayer a medianoche en una asamblea si continúan su encierro.

Por otra parte, operarios retiraron ayer por la mañana más adoquines sueltos en Rambla Ferran, en la altura de la subdelegación del Gobierno. El pasado lunes también los retiraron para evitar daños durante la manifestación. Finalmente, en la concentración del lunes, hubo tres heridos y el menor detenido quedó en libertad (ver página 6).