Grandes fondos internacionales son dueños de cientos de pisos en Lleida

Los grandes fondos internacionales, conocidos popularmente como “fondos buitre”, son titulares de cientos de pisos y otros bienes inmuebles en Lleida, al haber asumido gran parte del patrimonio que pasó a manos de las entidades bancarias durante la crisis. Su prioridad es la venta, aunque numerosas viviendas se encuentran en mal estado.

Divarian es una inmobiliaria desconocida para el gran público, pero solo en Lleida ciudad es titular de al menos 400 bienes inmuebles. Está controlada por Cerberus, uno de los grandes fondos de inversión internacionales conocidos popularmente como “fondos buitre”, especializados en intentar extraer la máxima rentabilidad de negocios que atraviesan por dificultades. Y es que como ha ocurrido en gran parte de España, la mayoría de viviendas que pasaron a manos de las entidades bancarias durante la crisis han sido traspasadas ya a grandes fondos de inversión. Divarian fue creada en 2018, cuando Cerberus asumió el patrimonio inmobiliario del BBVA a través de una alianza que comportó la constitución de esta sociedad, de la que el fondo tenía el 80% de su titularidad y el banco, el 20% restante. El BBVA poseía cientos de viviendas, así como solares, locales y naves en Lleida, ya que también heredó todo el ladrillo de Catalunya Banc. Además, Cerberus ha adquirido la mayor parte de la cartera de activos inmobiliarios del Banc Sabadell, y es titular de la empresa de servicios Haya Real Estate, que gestiona también los activos inmobiliarios de Bankia y parte de los de la Sareb. Esta firma ofrece en su web más de 800 viviendas, 141 locales, 266 parcelas, 47 naves y 574 garajes y trasteros en la provincia.

Otro conocido fondo de inversión estadounidense, Blackstone, asumió la mayor parte del “ladrillo” del Banco Santander (que a su vez había heredado el del Popular) a través de la sociedad Aliseda, de la que posee el 51% de las acciones. Aliseda gestiona la venta de más de 300 bienes en la provincia, entre casas, locales, naves, suelo y garajes, aunque no precisa si son de su propiedad o de terceros.

Las empresas de los fondos tienen acuerdos con agencias locales para gestionar este patrimonio

Aunque firmas como Haya Real Estate o Aliseda se encarguen de la gestión vía web, son agencias inmobiliarias locales las que lo hacen sobre el terreno a través de acuerdos con estas empresas. Un profesional explicó que la voluntad de estas “es vender todo lo que se pueda”. Indicó que en los pisos de alquiler, cuando acaba el contrato, “se ofrecen a los inquilinos para que los compren y, si no es así, se ponen a la venta”. También reconoció que muchas de las viviendas están en malas condiciones, “porque el producto en mejor estado ya se vendió durante la etapa en que fue gestionado directamente por los bancos”. Otro profesional destacó que estas firmas controlan mucho más la gestión de los pisos en comparación con lo que hacían las entidades bancarias.

Algunos de los inmuebles se encuentran en pésimo estado El patrimonio inmobiliario que ha pasado a manos de los grandes fondos incluye viviendas que se encuentran en pésimo estado, ya sean porque son antiguas y están muy deterioradas o porque su interior ha sido desvalijado y ha sufrido múltiples actos vandálicos tras quedar abandonadas. Algunas que están ubicadas en los bloques de pisos sociales de la Mariola reúnen las dos características. Asimismo, hay bloques de pisos nuevos casi acabados y que no llegaron a estrenarse que han sido literalmente arrasados, como el de Sant Martí 22-24, que acumula más de docena de multas de la Paeria por su mal estado, u otro en la calle Arnald de Solsona, en Pardinyes.