Deniegan permisos a un condenado por explotar sexualmente a mujeres

La Audiencia de Lleida rechaza un permiso de salida de tres días a un interno de Ponent condenado a más de seis años de prisión por explotar sexualmente a mujeres, a las que amenazaban con rituales de vudú. El tribunal deniega el recurso presentado por el encarcelado contra la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, que tumbó el permiso concedido por la Junta de Tratamiento de la cárcel, que avaló que el condenado pudiera salir en libertad durante tres días.

El encarcelado fue juzgado a finales de 2015 junto a otros seis acusados de los que finalmente fueron condenados cuatro. El interno que solicita el permiso de salida está cumpliendo una pena de seis años y 10 meses de prisión acusado de trasladar a mujeres nigerianas a España y otros países para que se dedicaran a la prostitución, utilizando para ello documentación falsa y siendo una de las víctimas menor de edad. Según la sentencia, el acusado amenazaba a las mujeres con rituales de vudú.

Las mujeres explotadas eran custodiadas en un piso de La Bordeta de Lleida y, en el caso de la menor, fue liberada por los agentes en una vivienda de Madrid. La Audiencia de Lleida les impuso una pena de diez años que el Tribunal Supremo rebajó a seis al rechazar la agravante de grupo criminal.

Tras cumplir la cuarta parte de la pena, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Ponent le concedió el permiso de salida de tres días tras evaluar positivamente la evolución personal y penitenciaria del interno así como el resultado de su programa individual de tratamiento. Asimismo, los informes de técnicos penitenciarios señalan que la evolución del reo es positiva. Sin embargo, la Audiencia se decanta por denegar su salida señalando su “nula empatía por las víctimas”, ya que el condenado no reconoce su responsabilidad en los hechos. También recuerda que hasta la fecha no ha tenido ningún contacto previo con el exterior y considera que su evolución positiva “precisa de una mayor consolidación para disipar dudas” sobre su comportamiento. La sentencia que condenó al preso consideró probado que la trama amenazó a una menor de edad, de entre 15 y 17 años, con rituales de vudú con los que le advirtieron de que se volvería loca si explicaba algo a la Policía o dejaba de pagar el dinero del viaje. La menor declaró en el juicio como testigo protegido.