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Restaurantes y bares de Lleida se preparan para entrar en la fase 1

Un cartel y una botella de gel desinfectante, mientras en el fondo un trabajador del restaurante El Gat de Tàrrega desinfecta el local.

Un cartel y una botella de gel desinfectante, mientras en el fondo un trabajador del restaurante El Gat de Tàrrega desinfecta el local.ACN

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Restaurantes y bares de la región sanitaria de Lleida se preparan por|para si finalmente este territorio entra a la fase 1 lunes. En el caso del restaurante 'El Gat' de Tàrrega, que gestiona la Asociación Alba, esta apertura parcial les permitiría sacar del ERTE a un 45% de la plantilla ya que la terraza, con capacidad para 100 personas, podrá acoger 50. La gestora de El Gat, Maria Cruz, ha explicado que este viernes se han instalado dispensadores de gel bactericida en la entrada para desinfectar tanto las manos como el calzado. También mamparas para proteger la comida y para proteger trabajadores y clientes en las cajas. En su caso, al ofrecer además bufete libre, uno de los trabajadores se encargará de servir la comida.

Maria Cruz explica que durante estos dos meses tuvieron que hacer un ERTE al 80% de la plantilla. Si se confirma que el lunes se entra a la fase 1, sin embargo, continuará sólo el 35% y esperan que en unos días se pueda reincorporar todo el mundo según cómo evolucione la desescalada. Cruz recuerda que en su caso, que todos los trabajadores puedan volver al trabajo es muy importante ya que el 40% de la plantilla son personas con discapacidad y tienen "más dificultades a la hora de encontrar trabajo".

Para poder abrir el lunes, este viernes han estado ultimando las medidas para seguir todos los protocolos establecidos por el gobierno español. Así, explica Cruz, han hecho separaciones dentro del restaurante y tienen los Equipos de Protección Individual necesarios para poder trabajar con seguridad.

También seguirán ofreciendo servicio de bufete libre, sin embargo "asistido" ya que uno de los trabajadores será el encargado de servir la comida. Han puesto mamparas en el bufete para que la comida esté protegida y también en la caja para proteger clientes y trabajadores.

Otras medidas de seguridad que han incorporado son un dispensador automático para las manos en la entrada, para que no haya que tocarlo para acceder al producto, y también una estera con gel bactericida en la entrada para desinfectar el calzado. Además, se ha señalizado toda la superficie para controlar las distancias.

Cruz reconoce que están "muy ilusionados" por volver a abrir. "Esperamos que nuestros clientes confíen en nosotros, hagan pueblo e inviertan en comercios locales". Destaca que uno de sus "fuertes" es precisamente la terraza ya que tiene una capacidad de 100 personas. A partir del lunes, si se aprueba la entrada a la fase 1, podrá acoger 50. Confían, así, que con la terraza, el bufete libre y la comida para llevar que seguirán ofreciendo, puedan tirar adelante.

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