Lleida prevé abrir la mayoría de sus 170 piscinas entre finales de mes y julio

La mayoría de las piscinas municipales de las comarcas de Lleida prevén abrir entre los últimos días de junio y los primeros de julio pese a la crisis sanitaria y aplicando los requisitos que establecen Gobierno y Generalitat para reducir riesgos de contagio. El ayuntamiento de Lleida aseguró ayer que aún estudia qué hacer con las suyas.

Los ayuntamientos de Lleida apuestan mayoritariamente por abrir las piscinas municipales pese a la crisis del coronavirus y casi todos lo harán entre finales de este mes y principios de julio, salvo contadas excepciones. El servicio de calidad de las aguas de la Diputación, encargado de supervisar habitualmente el buen estado de las aguas de baño en todos los municipios de Lleida que tienen piscinas salvo en la capital, solo ha recibido comunicación oficial por ahora de seis ayuntamientos que rechazan abrir los recintos este año a causa del coronavirus. En total gestiona la supervisión de 166 recintos de piscinas y siguiendo el protocolo del Gobierno y la Generalitat para que puedan abrir reduciendo el riesgo de contagio llevará a cabo por primera vez analíticas para comprobar que están libres de coronavirus durante la segunda quincena de junio, antes de que abran. Comenzará a partir del lunes.

Según la información recabada por este diario, no prevén abrir sus piscinas los ayuntamientos de Torà (lo que ha provocado incluso manifestaciones vecinales), Tornabous, L’Albagés, Arbeca o Vilanova de Meià. Lo estudian aún ayuntamientos como el de La Fuliola. Por su parte, en Lleida ciudad, la Paeria aseguró ayer que todavía está estudiando qué hacer.

En el Urgell, solo Tàrrega y Agramunt han comunicado que abrirán y Bellpuig también pretende hacerlo pero antes hará una consulta popular. El resto trabaja para abrir en julio. En el caso de la capital del Sió, solo podrán hacer uso de las piscinas los vecinos empadronados en el municipio, aunque varias fuentes apuntaron que esta opción no se ajusta a la legalidad. En el Segrià se está trabajando para poder abrir todas las piscinas y en la Segarra la mayoría pretenden dar el servicio. Al margen de Torà, Sant Ramon, Ribera d’Ondara, Sant Guim de la Plana, Ivorra y Granyena están pendientes de decidirlo en los próximos días.

En Les Garrigues, todos prevén abrir a excepción de L’Albagés y Arbeca (que está en obras), mientras que en el Pallars Jussà, Tremp y Castell de Mur abrirán las piscinas el día 20. En Tremp, el ayuntamiento contará con técnicos saludables, una figura de nueva creación que también implantará Vilaller, en la Alta Ribagorça. La Pobla de Segur aún estudia qué hacer, aunque su alcalde, Marc Baró, estima que “seguramente no lo haremos”. En Talarn también lo valoran. Y en el Pla d’Urgell, el presidente comarcal, Rafel Panadés, afirmó que “en principio ninguno de los municipios de la comarca ha dicho que no las abrirá”. Mientras, en el Alt Urgell han acordado abrir la totalidad de piscinas públicas y en la Noguera, el consell descarta reeditar el carnet comarcal de piscinas y Térmens también afirma que solo dejará entrar a los vecinos de la localidad.