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La Generalitat cierra Lleida y el Baix Segre 64 horas después de lo anunciado

La Generalitat encerró ayer Lleida y 6 municipios del Baix Segre 64 horas después de lo que había anunciado, la madrugada del pasado lunes. El confinamiento más duro para 160.000 vecinos del Segrià empezó después de casi tres días de incertidumbre y confusión y con muchas quejas, sobre todo de comerciantes y restauradores.

Una terraza cerrada ayer por la tarde en el Eix Comercial poco después de que comenzara el encierro.

Una terraza cerrada ayer por la tarde en el Eix Comercial poco después de que comenzara el encierro.

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Nadie diría que la insólita situación en la que viven desde las 16,00 horas de ayer los 160.000 vecinos de Lleida ciudad y de 6 de los 7 municipios del Baix Segre (Alcarràs, Torres de Segre, Soses, Aitona, Seròs y La Granja d’Escarp) se deba a una emergencia sanitaria. La Generalitat anunció un confinamiento más duro para estas localidades la tarde del domingo por los numerosos contagios de coronavirus en esta zona, pero la medida, a pesar del evidente riesgo para la salud pública, no se ha hecho efectiva hasta 72 horas después de que se anunciara y 64 después del inicio previsto, la madrugada del pasado lunes. En estos tres días los vecinos afectados han padecido las consecuencias de la incertidumbre y la confusión que generó el limbo legal. Nadie sabía si estaba o no encerrado. Entre el anuncio de la medida, la tarde del domingo, y ayer han pasado muchas cosas. Tras anunciarse el confinamiento, el fiscal-jefe de Lleida, Juan Boné, se puso a redactar un informe en el que afirmaba que la Generalitat no tenía competencias para restringir derechos fundamentales. A las 00,45 horas del lunes, cuando hacía ya supuestamente tres cuartos de hora que Lleida y el Baix Segre estaban encerrados, la jueza de guardia desautorizó la restricción. Los leridanos se acostaron con la creencia que estaban encerrados en casa y se levantaron con la exclusiva de este diario en la que se informaba del veto judicial. Nadie sabía muy bien qué tenía que hacer. Sorprendentemente la Generalitat había anunciado el confinamiento más duro sin tener la autorización de la jueza, que lo vetó. El Executiu redactó de urgencia la noche del mismo lunes un decreto que le daba cobertura jurídica y el martes presentó las medidas con este aval al juzgado de guardia, que ya no era el número 1 sino el 2, y que ayer, a las 2,50 horas de la madrugada, lo autorizó. Movimientos y horarios extraños para implantar un confiamiento casi domiciliario que entró en vigor ayer a las 16,00 horas con quejas por parte, sobre todo, de comerciantes y restauradores (ver página 6), que abrieron por la mañana y cerraron a partir de la tarde. Daba comienzo así un período de como mínimo 15 días en el que los vecinos de Lleida y el Baix Segre tendrán muy limitados sus movimientos para hacer frente a la Covid. Se salva Massalcoreig, que apenas tiene positivos.

Restricciones casi de estado de alarma

Con el endurecimiento del confinamiento, 160.000 leridanos deberán asumir restricciones parecidas a las del estado de alarma, con la salvedad de que podrán salir para hacer deporte.

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