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Educación llevará a casa la comida a los niños vulnerables que estén en cuarentena

Bargalló anuncia este sistema para confinamientos parciales y descarta las tarjetas monedero || Dice que permanecerán en servicio pese al cierre de un centro por tener estudiantes en aislamiento

Alumnos en el comedor de la escuela Maria Mercè Marçal de Tàrrega el pasado curso.

Alumnos en el comedor de la escuela Maria Mercè Marçal de Tàrrega el pasado curso.SEGRE

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Educación no reeditará el próximo curso el sistema de tarjetas monedero para los alumnos con becas de comedor y apostará por repartir la comida a las familias en caso de confinamientos parciales que impidan a algunos alumnos acudir al centro educativo. Así lo anunció ayer el conseller de Educación, Josep Bargalló, que consideró las tarjetas como la “mejor solución en el confinamiento total”, cuando se repartieron unas 150.000 en toda Catalunya, pero no en cuarentenas selectivas. De este modo, se llevará la comida a domicilio de los alumnos con beca “si algún centro ha de cerrar por la pandemia o si un grupo estable ha de estar en cuarentena”. “Se puede hacer fácilmente si no hay un confinamiento total”, subrayó. Asimismo, aseguró que “el cierre de un centro porque todo el alumnado está en cuarentena no ha de comportar el cierre del comedor” y apuntó que solo volverán al sistema de tarjetas monedero si el reparto de comida no se pudiera hacer.

El conseller afirmó que ya han negociado esta cuestión con las asociaciones de madres y madres de alumnos y las empresas y entidades del sector. La comida se elaborará en los centros o las empresas proveedores y la Generalitat se encargará de hacerla llegar a las familias. “Incluso en las escuelas que no tienen cocina ya hemos hablado con el responsable del comedor” para garantizar el sistema de reparto.

La comida se elaborará en los centros o empresas proveedoras y la Generalitat la repartirá a las familias

También reveló que en marzo, con el confinamiento total de la población, se plantearon esta fórmula junto con algunas instituciones y la Creu Roja, pero la descartaron porque esas organizaciones tenían como prioridad la salud pública y la atención hospitalaria. “Es evidente que la mejor respuesta a un comedor cerrado es llevar la comida a las familias, pero en el estado de alarma nos resultó imposible”, lamentó.

Bargalló compareció en la Diputación Permamente del Parlament junto al conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y familias, Chakir El Homrani, para dar explicaciones sobre las tarjetas monedero para alumnos vulnerables, que quedaron fuera de servicio el 31 de julio, tras las quejas de algunos ayuntamientos por su gestión. Bargalló consideró que conceder becas de comedor “como instrumento para luchar contra la pobreza infantil” es engañoso porque no se contemplan los alumnos que tienen el comedor escolar gratuito, los que no lo usan o los que van a un centro que no tiene.

La oposición lamentó que las familias en situación de vulnerabilidad no dispongan de las becas comedor durante el verano y recordaron que el Parlament votó unánimemente a favor de extender estas ayudas durante el mes de agosto el pasado mes de junio.

Ayudas extra para garantizar la alimentación en verano

El conseller Chakir el Homrani afirmó que para garantizar la alimentación a los menores vulnerables durante el verano, el Govern se ha planteado unas ayudas extraordinarias que en ningún caso deben entenderse como una “continuidad” de las becas comedor. Defendió que gestionar estas ayudas desde el ámbito social es más eficiente, ya que “hay una parte de la pobreza donde no llegan las becas comedor” y explicó que los servicios sociales locales y comarcales podrán recuperar las ayudas extraordinarias durante agosto justificando los gastos al Govern, que devolverá el dinero mediante el fondo de contingencia para la Covid-19. Remarcó que su conselleria ha querido dar cobertura a las familias más vulnerables desde “diversos ámbitos”, más allá de las tarjetas monedero, y recordó que se han destinado ayudas de 20 millones para personas afectadas por la Covid-19 que no podían cobrar el paro y ayudas específicas de 7,5 millones para los autónomos.

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