Los grupos escolares confinados bajan a una tercera parte en un mes en Lleida

El número de grupos escolares confinados en Lleida es ahora de 52, con 1.234 alumnos y docentes, cuando hace un mes llegaron a ser 150, con más de 3.500 afectados. Salud admite que la situación en los centros es mejor de la esperada y destaca el esfuerzo de toda la comunidad educativa para aplicar las cuarentenas cuando hay un positivo.

“El impacto de las escuelas en la transmisión del virus ha sido menor del que esperábamos. La transmisión comunitaria ha existido, pero ha sido limitada, ya que además ha habido un gran esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa para aislar de forma inmediata al grupo donde había un caso. Las familias han respondido muy positivamente”. Esta es la valoración del jefe del servicio de vigilancia epidemiológica de Lleida, Pere Godoy, de los dos meses y medio transcurridos desde el inicio del curso escolar.

La vuelta a las clases presenciales en septiembre, después de que en el último trimestre del pasado curso todas hubieran sido telemáticas, generó incertidumbre acerca de si escuelas e institutos serían nuevos focos de contagio del coronavirus. En las primeras semanas, el número de alumnos y docentes confinados fue muy reducido, pero durante octubre fue aumentando coincidiendo con la segunda oleada hasta llegar al máximo a finales de mes, pero desde entonces ha bajado sustancialmente. En Lleida, llegó a haber 150 grupos con más de 3.500 alumnos y docentes confinados. Ahora son solo 52 y 1.234, una tercera parte, que solo representan el 1,8% del total de estudiantes. A nivel de Catalunya, el descenso aún ha sido mayor. El director general de centros públicos de Educación, Josep González-Cambray, señaló que el viernes había 885 grupos aislados, cuando llegaron a ser 3.500, y destacó que su porcentaje es mínimo, un 2%, ya que hay 72.000 grupos en total. Pero aunque la disminución haya sido mayor a nivel global, ello obedece a que Lleida es la demarcación donde la incidencia del virus en las aulas ha sido menor, como subraya el propio González-Cambray, que afirma que a estas alturas del curso ya ha quedado claro que “las escuelas no actúan como amplificadoras del virus y las medidas sanitarias funcionan”.

El director general de centros públicos destaca que los datos demuestran que el curso “es un éxito”

Detalla que se han hecho ya 490.000 PCR a alumnos y docentes y que sus resultados constatan que “entre el 70% y el 80% de los grupos donde ha habido un positivo, no ha habido ningún contagiado más”, y precisa que esto no significa que en el resto sí, ya que se han registrado casos en que ha habido más de un positivo por contagios de fuera del centro. Considera que las medidas sanitarias funcionan porque los docentes, los equipos directivos, los alumnos y sus familias se han concienciado y han hecho un gran esfuerzo para aplicarlas. Añade que el objetivo “garantizar que escuelas e institutos puedan estar abiertos, porque la presencialidad es indispensable para la calidad y equidad educativa”. “Estos casi tres meses de curso son un éxito compartido de toda la comunidad educativa”, opinó. Por su parte, Godoy hizo hincapié en que “toda la comunidad educativa se ha esforzado y ha habido una gran colaboración por parte de las familias para confinar en casa a los niños de los grupos donde ha habido algún caso. Esto ha favorecido que se haya parado la transmisión

Por otro lado, destacó que un estudio del hospital Vall d’Hebron ha concluido que en los entornos familiares el 80% de los contagios va de adultos a niños, y solo el 5% de niños a adultos, lo que refrenda que los más pequeños no son grandes transmisores. Por su parte, Godoy indicó que más del 50% de los niños que se infectan son asintomáticos y la mayoría del resto tiene síntomas muy leves, pero puntualizó que también son transmisores de la enfermedad

“No hay transmisión en los centros gracias a las medidas que aplicamos” Directores de diversos colegios e institutos consultados por este diario destacaron que desde el inicio de curso están aplicando a rajatabla las medidas básicas de prevención de contagios. Entre ellas figuran el mantenimiento de grupos “burbuja” estables en las aulas y el patio, el lavado frecuente de manos con jabón y gel hidroalcohólico o la ventilación de las clases. “Nosotros ventilamos las aulas 5 veces al día: antes de la entrada de los alumnos por la mañana, cuando se comen el bocadillo, que lo hacen en clase, en la hora del patio, al mediodía y a la entrada por la tarde”, explicó un director, que indicó que de momento no ha habido ninguna queja por el frío.