38 años de dos plazas emblemáticas de Lleida

Dos inauguraciones municipales centraban, tal día como hoy, la atención ciudadana de hace 38 años como recogía el diario SEGRE en sus páginas de local. Por un lado se inauguraba la plaza dedicada al músico Pau Casals (en el 2014 se procedería a su última, por el momento, remodelación. La plaza se ubicó justo donde años atrás se había alzado el Asilo Borras y que había acogido, hasta entonces, al edificio cuartel de la Guardia Urbana, que había sido derribado en su totalidad, por su traslado a su actual sede en la calle Salmerón. La plaza ajardinada acogía una estatua de bronce del músico del Vendrell, tocando el chelo, esculpida por el artista Josep Viladomat.

La otra plaza que iba a inaugurarse, también con un a posterior reforma, era la de Sanahuja, justo al lado de la Avenida del Segre, contigua al frustrado edificio Enric Granados que nunca llegó a ver cumplido su destino inicial que era el de ser el hotel más lujoso de la ciudad de Lleida, con permiso del tradicional Condes de Urgel. Allí destacaba la escultura de Antonia Aguiló, entre zonas ajardinadas y una fuente, que homenajeaba al rio Noguerola, que se unía, pocos metros después, al rio Segre y que trascurría por debajo de la plaza desde la Rambla Ferran, Plaza Noguerola y General Britos. La estructura de tubos, todavía vigente, permite escuchar el ruido del agua del Noguerola pero también, al menos entonces, el olor de los residuos que iban a parar al afluente del principal afluente del rio leridano.

El presupuesto de ambas plazas, por aquella época, superaba los tres millones de las antiguas pesetas.