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Institució Lleida | La implicación familiar, clave para el éxito educativo

La participación de madres y padres en la educación –no sólo en el hogar sino también en la escuela– se traduce en beneficios para los hijos desde la infancia hasta su vida adulta. La mayoría de estudios e investigaciones publicadas afirman que la implicación parental en la educación tiene una influencia positiva en el desarrollo socioemocional y el éxito académico de niños y adolescentes.

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Las investigaciones demuestran que la implicación familiar en el aprendizaje de los niños está fuertemente asociada con su desarrollo socioemocional y el éxito académico.

Por su parte, en un estudio comparado de la eficacia de los sistemas educativos, descrito en los informes PISA, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) introduce la participación de los padres como un indicador clave de esta eficacia.

La mayoría de estudios e investigaciones publicadas afirman que la implicación parental en la educación tiene una influencia positiva en el desarrollo socioemocional y el éxito académico de niños y adolescentes

Hay diversidad estudios de entidades internacionales, como Harvard Family Research Project, que refuerzan este punto de vista y aportan resultados concluyentes en relación a la mejora del rendimiento y del comportamiento de los alumnos: tasas de asistencia más altas, menores problemas de disciplina en las aulas y aumento del rendimiento académico.

También en Cataluña, la Fundación Jaume Bofill ha analizado en profundidad el impacto de la implicación de madres y padres en la educación de los hijos. En el marco de su proyecto ¿Qué funciona en la educación? destaca algunas de las iniciativas que mejor funcionan en el acompañamiento familiar a la escolaridad: comunicarse con los hijos sobre cuestiones escolares, crear ambientes y rutinas para favorecer el estudio, ayudar a los hijos a aprender a leer, proyectar expectativas positivas sobre la escuela, entre otros. También señalan que los programas de formación breves y focalizados al dar herramientas concretas para que padres y madres puedan acompañar a los hijos son especialmente efectivos.

En este punto de vista se fundamenta la personalización, el acompañamiento a cada alumno, la atención de sus necesidades específicas de aprendizaje, la potenciación de su carácter, en definitiva, tratar a cada niño y cada niña como se hace en casa, como una persona única.

Las investigaciones demuestran que la implicación familiar en el aprendizaje de los niños está fuertemente asociada con su desarrollo socioemocional y el éxito académico

Institució Lleida (Arabell y Terraferma) es una escuela concertada, situada en Alpicat (Lleida) en la cual acompañamos los alumnos —y también las familias—, desde el jardín de Infancia hasta que acceden a la Universidad. Esta escuela siempre se ha definido como una escuela de familias. Según Núria López, directora del espacio Arabell “padres y madres son los principales educadores de los hijos y desde la escuela colaboramos aportando profesionalidad y experiencia, pero sin restar el protagonismo que corresponde a la familia. En definitiva, que estamos cerca de las familias para acompañarlas en la maravillosa tarea de educar”.

De aquí surge la tutoría personal, que en estas escuelas lleva decenios de existencia como eje del proyecto educativo. El tutor o la tutora personal habla regularmente con cada alumno y con su familia. En estas conversaciones procura conocerlo, orientarlo, proponerle unos objetivos de mejora y seguir la evolución, tanto con respecto al proceso de aprendizaje y al rendimiento académico como en la relación con los hermanos y con los compañeros de aula o fuera de ella o a su crecimiento, en las competencias personal. En el diálogo simultáneo de los padres con el tutor acordarán la manera de progresar en todos estos aspectos. Estas conversaciones proporcionan también un canal para la participación en la vida de la escuela, de la comunicación de las opiniones, de transmisión de su satisfacción o insatisfacción.

Las escuelas de la Institución Familiar ofrecen diversos cursos y programas de orientación familiar, que se adaptan a las necesidades de las familias según las edades de los hijos. Los cursos, de grupos reducidos, utilizan la técnica del caso como a base del diálogo.

A partir de casos reales, se facilita la participación y así todo el grupo se enriquece con las experiencias de otras familias. Estos cursos se complementan con otras ofertas formativas de temáticas específicas, como los webinars de educación, ciclos de conferencias en línea abiertas a cualquier familia, también si no son de la comunidad de la escuela. Juan Carlos Hernando, director de la Institució Lleida destaca “el papel imprescindible que tienen también los encuentros informales. Son importantes las reuniones que se tienen cada trimestre, donde el tutor del curso transmite a los padres las características específicas de la etapa y del grupo, y la mejor manera de abordarlas desde la familia.

Pero lo son igualmente otros encuentros que facilitan la implicación con la escuela, como una calçotada de las familias de una clase, la obra de teatro de Navidad y tantas otras iniciativas espontáneas, que ayudan a crear un clima de amistad entre las familias con el tutor, que será un gran apoyo para la educación, especialmente cuando se llega a la adolescencia”.

Para conocer el proyecto de la Institució Lleida (Arabell y Terraferma) podéis visitar su web.

La Institució Lleida (Arabell y Terraferma) se define como una escuela de familias: padres y madres son los principales educadores de los hijos y desde la escuela somos bien cerca de las familias para acompañarlas en la maravillosa tarea de educar

Las escuelas de la Institución Familiar han desarrollado un programa, que llaman Personal & Family Project, para la educación integral de los alumnos que se lleva a cabo en la escuela (a través de la tutoría grupal y la tutoría con el alumno y la familia), pero que lidera cada familia.

El objetivo es ayudar a los alumnos a crecer en un liderazgo ético para llegar a ser personas íntegras, ciudadanos solidarios y profesionales competentes. El eje central del proyecto es el crecimiento personal en la solidaridad y la estima en los otros, el camino más seguro para ser feliz y también para contribuir a hacer un mundo mejor.

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