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TRIBUNALES DENUNCIATRIBUNALES DENUNCIA

Lleva a Salud al juzgado tras quedar parapléjica por la epidural del parto

Le causó un hematoma en la médula que no operaron hasta 14 horas después de nacer su hija en el Arnau || La Generalitat no ha contestado a su reclamación

Rubén Carmona y Carmen Mejía con la pequeña Valentina.

Rubén Carmona y Carmen Mejía con la pequeña Valentina.MAGDALENA ALTISENT

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Una vecina de Lleida que quedó parapléjica por la epidural de un parto en el hospital Arnau de Vilanova ha llevado el caso a los tribunales después de que el Institut Català de la Salut de la Generalitat no haya respondido a la reclamación de

responsabilidad patrimonial que presentó hace más de medio año. Carmen Mejía y Rubén Carmona, que se convirtieron en padres de la pequeña Valentina en el hospital Arnau de Vilanova el 14 de noviembre de 2019, han interpuesto un recurso ante la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

Representados por el abogado Enric Rubio, reclaman una indemnización de 3,5 millones de euros por los daños y las secuelas ante lo que consideran que ha sido una “infracción de la conducta profesional y un mal funcionamiento del servicio público de asistencia sanitaria”, como avanzó SEGRE el pasado octubre. Rubio explicó que “ante el silencio administrativo que hemos recibido como respuesta a la reclamación ante el departamento de Salud, hemos decidido llevar el caso a los tribunales”.

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La familia, representada por el abogado Enric Rubio, ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior

Carmen Mejía, de 37 años, quedó parapléjica por la supuesta mala aplicación de la anestesia epidural, que le causó un hematoma en la médula espinal y tardaron más de 14 horas en intervenirla por esta causa. Fue un parto por cesárea y Carmen explicó a este periódico que “sentí un dolor terrible.

No sé qué pasó pero hubo tres punciones; se me durmió casi todo el cuerpo. Incluso les dije que se me caía una mejilla”.

En el mismo quirófano, al sentir una fuerte quemazón dorsal, solicitó a una enfermera que cogiera a la niña, y que le aplicaran algo frío en la espalda porque le quemaba. Una vez en reanimación, la mujer comentó a las enfermeras que no sentía las piernas pero le dijeron que era normal por la anestesia.

No fue hasta pasadas las diez de la mañana, 14 horas después del parto, cuando le hicieron una resonancia para, posteriormente, operarla de urgencia. El 19 de noviembre, cuatro días después, fue trasladada en helicóptero al hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

“Allí fue la primera vez que me dijeron que jamás volvería caminar”, lamentó. Estuvo en el Institut Guttmann, especializado en lesiones medulares, entre el 20 de enero y el 26 de marzo.

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