La vacunación masiva de los 29.400 leridanos de 40 a 44 años comenzó ayer en Alcarràs

El departamento de Salud empezó ayer a vacunar contra la Covid en Alcarràs a los 29.417 leridanos de 40 a 44 años, después de que abriese el turno para inmunizar a las personas nacidas entre 1977 y 1981. Debido a que había citas disponibles en las Escoles Velles d’Alcarràs, varias personas pudieron recibir ayer mismo la primera dosis, que hoy también se administrará en el Pavelló Firal de Mollerussa. Fuentes de Salud explicaron que en los puntos de Lleida, Tàrrega y Balaguer se están administrando segundas dosis, por lo que desde el lunes habrá más citas para primeras, pero no dio detalles sobre los de Vielha, La Seu y Tremp.

Paralelamente, se está vacunando a empleados de la fruta y ayer en Seròs fueron inmunizados 550 con Janssen, y un equipo también se ha desplazado esta semana a las instalaciones de bonÀrea de Guissona para la vacunación de sus trabajadores de 50 a 59 años.

“Ahora es importante priorizar la vacunación a los mayores de 40 años, ya que pueden tener más complicaciones por la Covid”, manifestó la secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas. Dijo que también se ha decidido abrir el turno de 40 a 44 años para ofrecer el máximo de vacunas, por “todas las vías” y para que no queden horas sin rellenar, como ocurre ahora los fines de semana. En Lleida, los sábados y domingos solo se vacuna en el Onze de Setembre.

En la provincia, el 28,9% de personas de 45 a 49 años ya tienen una dosis –en Catalunya el porcentaje es del 22%– y supera el 70% en el caso de los mayores de 50 años en todo el territorio.

Con respecto a los menores de 40, todo apunta que su vacunación comenzará en breve, y Cabezas indicó que es posible que se siga llamando a la gente por “décadas, aunque se podrían solapar varios grupos”.

Por otra parte, Mar Isnard Blanchar, responsable de Atención Primaria, explicó que para que la vacuna llegue a toda la población, sobre todo a las que tienen coberturas más bajas por la brecha digital o por falsas creencias, barreras idiomáticas o factores socioeconómicos, cuentan con la ayuda las asociaciones de vecinos, de los líderes informales de cada comunidad; de los farmacéuticos, comerciantes y los ayuntamientos.

Y es que explicó que tienen que combatir las falsedades que circulan sobre las vacunas, como que causan infertilidad o que llevan cerdo, lo que habría provocado reticencias entre la comunidad musulmana.