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EN PRIMERA PERSONA

Desgaste emocional y físico entre el colectivo sanitario de Lleida

«Hay que elegir entre normalidad y saturar el sistema o salvarlo, pero con restricciones»

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Médicos y enfermeras de Lleida están agotados después de casi dos años de pandemia y creen que la situación no cambiará hasta que no haya más personal y se consiga vacunar a todo el mundo para evitar más mutaciones del virus.

Eugeni Paredes. Médico en el CAP Onze de Setembre «Nunca había visto tantas bajas entre sanitarios y algunos se plantean dejarlo»

“En torno al 75% de profesionales de la Atención Primaria han manifestado estar quemados por la pandemia y nunca había visto a tantos compañeros de baja por ansiedad y sobrecarga laboral. De hecho, hay médicos que se plantean dejar esta profesión. Ahora, con la llegada de la ómicron, lo vivimos con mucha cautela. Seguramente habrá nuevas variantes a causa de la poca cobertura vacunal a nivel mundial, por lo cual si no vamos al mismo ritmo, esta situación perdurará en el tiempo.

Ahora, a los CAP trabajamos entre oleadas. Cuando hay poca incidencia de Covid aprovechamos para atender al máximo la patología no Covid, pero cuando viene otra ola|oleada vuelve a quedar desplazada. El problema es que cuando recuperas el seguimiento de pacientes crónicos, estos han empeorado, pero intentamos priorizar los que están más graves durante esta oleada. Otro problema es que el exceso de burocracia nos saca tiempo. En 22 meses no han sido capaces que la ciudadanía pueda solicitar directamente la baja y creo que las empresas tienen mecanismos para saber si el trabajador miente o no.

La pandemia ha deteriorado enormemente el sistema sanitario, aunque en la Primaria viene de lejos con una infrafinanciación histórica, con falta de recursos y personal. Una cosa buena de todo es que la telemedicina ha venido para quedarse. Muchos usuarios ya saben utilizar l'e-consulta y poder hacer una videollamada con un paciente viéndole la cara mujer mucha más información que presencialmente con mascarilla.”

José María Tomàs. 69 años, médico «me contagié cuando me iba a vacunar y desde hace diez meses me canso más»

“Soy médico de familia y tengo mi propia consulta privada en Mollerussa después de 40 años a la sanidad pública. El personal sanitario fue uno de los primeros colectivos a vacunarse contra la Covid y me puse en contacto con el CAP, que se portó muy bien, pero me dijeron que los responsables de la vacunación de Lleida consideraron que lo tendría que hacer cuando me tocara por edad. Entonces, contacté con el Colegio de Médicos, que puso en marcha la vacunación para sanitarios como nosotros que trabajamos de forma privada y cuando iba a tocarme, estaba ingresado al Arnau de Vilanova después de contraer la Covid.

Tuve una neumonía bilateral. Estuve unos 12 días en el hospital y después de un par de semanas en casa con oxígeno. Desde entonces, en estos diez meses, he tenido más cansancio del normal, pero hace un mes y medio que me encuentro mejor y puedo hacer más cosas. Trabajo porque no tengo que hacer esfuerzo físico, juego al golf, pero no puedo ir a caminar por la montaña. Hago una vida normal, pero si subo escaleras o cargo peso sí que me canso. En cambio, puedo andar hasta ocho kilómetros por un camino sin desnivel, aunque si hay una subida noto que mi respiración no está al 100%. Me dijeron que estaría unos seis meses recuperando- me y me pareció brutal. Ya llevo diez. Hay gente que está meses, un año u hoy por hoy, siempre”.

Oriol Yuguero. Médico de urgencias en el Arnau «Hay que elegir entre normalidad y saturar el sistema o salvarlo, pero con restricciones»

“Este tercer año será complicado y las autoridades tienen que decidir hasta dónde quieren llegar. Es decir, si se quiere mantener la normalidad el sistema sanitario colapsa, por lo cual en Lleida se podría hacer uso de las clínicas privadas para hacer aquella actividad que se demore en el hospital. De hecho, no estaría mal construir otro, ya que el Arnau de Vilanova se ha quedado pequeño.”

“Si vuelve a llegar una gran presión asistencial y no tenemos recursos, los profesionales empezaremos a coger bajas porque no podremos con eso. En caso de que las autoridades quieran controlar la pandemia y evitar un colapso, pues se necesitan restricciones. Hasta el momento en que se han aplicado medidas, la situación de los sanitarios era de impotencia porque la vida fuera continuaba igual y nosotros no podíamos hacer vida normal porque no nos podemos permitir contagiarnos y no coger la baja. En el servicio de Urgencias del Arnau no paremos de atender pacientes con Covid, sobre todo personas que no están vacunadas y que están graves. También vienen vacunados, pero la mayoría lo pasa como una gripe, ya que la vacuna evita que la infección sea grave y hace que casi no haya mortalidad.”

“Además, atendemos a otros pacientes por otras patologías, por lo cual tenemos el espacio dividido en dos circuitos, pero el sistema sanitario no está preparado y por eso las autoridades tienen que decidir qué quieren. En todo eso se suma que en Urgencias se han diagnosticado enfermedades o atendido gente joven con complicaciones y no tendría que haber ocurrido, pero es lo que pasa cuando hay un paro en la actividad de consultas y pruebas, una cosa que sucedió sobre todo en la primera ola|oleada. Además, a causa de las listas de espera, hay gente que va a Urgencias sin que haga falta porque no quiere esperar.”

“La pandemia ha puesto de relieve el deterioro del sistema sanitario, aunque a nivel de la sociedad hay cosas que tendrán que cambiar, como llevar la mascarilla si tenemos síntomas respiratorios.”

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