Prisión para un okupa por amenazar con un cuchillo al responsable de mantenimiento de un edificio

La Audiencia de Lleida ha condenado a 12 meses de prisión a un individuo por amenazar con un cuchillo al responsable de mantenimiento del edificio donde había okupado, junto a su pareja, un piso. Los hechos tuvieron lugar el año pasado en un bloque de pisos de la calle Valentí Almirall, en pleno centro de la ciudad. Según el fallo, que aún no es firme y puede ser recurrido, el denunciante explicó a la Guardia Urbana que discutió con la pareja del acusado porque quería sacar a la calle un carro de la compra que la pareja había dejado en el portal del inmueble, momento en el que el acusado, dijo, bajó amenazándolo con matarlo al tiempo que sacaba un cuchillo, con el que intentó agredirle.

Tras alertar a los agentes, la víctima vio cómo el agresor lanzó el cuchillo entre unos coches estacionados delante del bloque. La defensa presentó recurso contra la sentencia de primera instancia dictada por el Juzgado de lo Penal 1 de Lleida, y confirmada por la Audiencia, al señalar que la declaración de la víctima y de los agentes de la Urbana no son suficientes para fundamentar la condena. Asimismo, solicitó, que en caso de considerar que hubiera delito, se le impusiera una pena de seis meses de cárcel.

Al respecto, el tribunal rechaza el recurso al considerar que la versión del denunciante es “persistente y contundente”, como también lo son las declaraciones de los agentes. Asimismo, varios testigos reconocieron al acusado como la persona que había amenazado a la víctima con un cuchillo. Además, la Audiencia de Lleida señala que el acusado no asistió al juicio y no alegó ningún motivo justificado para esta ausencia mientras se otorga plena credibilidad al testimonio de la víctima, que corroboró en la vista oral las amenazas del acusado al grito de “te voy a matar” mientras esgrimía un cuchillo.

El tribunal también considera que la condena de 12 meses de prisión está justificada debido a la gravedad del delito, ya que, señala en la sentencia, el acusado exhibió el cuchillo con el que intentó “pinchar” en al menos dos ocasiones a la víctima.