SUCESOS GUARDIA URBANA
Un exculpado de un crimen en Lleida confiesa ser autor de varios fuegos forestales en la ciudad
Le seguían desde hacía tiempo y dijo que uno de ellos es el que hubo en junio junto a la N-240 || Fue arrestado in fraganti tras prender fuego a un contenedor
Imagen del fuego el pasado 19 de junio que obligó a desalojar a unas 30 personas en la N-240 en Lleida.
La Guardia Urbana detuvo ayer por la tarde a F.M.M, un vecino de Lleida de 43 años que sería el presunto pirómano que ha provocado decenas de fuegos de vegetación y de contenedores que se han registrado en los últimos meses en la capital de Segrià. F.M.M., que tiene antecedentes e incluso fue juzgado por un crimen del que fue exculpado por falta de pruebas, fue arrestado ayer por la tarde al ser sorprendido in fraganti tras prender fuego a un contenedor en la calle Maragall. La Guardia Urbana hacía tiempo que le seguía la pista y ayer, tras ser arrestado, el hombre confesó ser el autor de varios incendios, entre ellos el que hubo el 19 de junio en el camino de la Creu, junto a la N-240 a la altura de la iglesia de Montserrat, que obligó a desalojar por precaución a una treintena de personas de una decena de vivienda.
F.M.N. fue juzgado en 2013 en la Audiencia de Lleida por un asesinato a golpes de un hombre ocurrido en octubre de 2011 en un piso abandonado de la avenida Catalunya. El jurado popular le declaró no culpable en base en que no había huellas en la barra de hierro ni en el piso pese a que el hombre se autoinculpó 3 veces antes de negarlo en el juicio. Un psiquiatra dijo que podía fabular e incriminarse. El hombre ha estado varios años encarcelado por otras causas.
La detención se produjo ayer poco después de las cuatro de la tarde después de que se declarara un fuego de contenedor en la calle Maragall. Los Bomberos fueron alertados a las 16.16 horas. Una patrulla, gracias a la descripción de un testigo, localizó al hombre que había prendido fuego y procedieron a su detención. Además, minutos antes había roto el cristal de un supermercado de la misma calle. Los agentes comprobaron que era el individuo que seguían desde hacía meses al sospechar que sería el autor de una oleada de fuegos en contenedores y de vegetación.
El hombre confesó a los policías ser el pirómano buscado y admitió ser el autor, entre ellos, del que hubo el 19 de junio en el camino de la Creu, que obligó a cortar durante dos horas la N-240. La investigación sigue abierta para determinar cuántos fuegos habría provocado en los últimos meses.
