IMÁGENES | Denuncian el destrozo de tres pisos de los bloques Gaspar de Portolà de la Mariola de Lleida

Vecinos del número 1 de los bloques Gaspar de Portolà, en la Mariola, han denunciado el “lamentable estado” en el que se encuentran tres viviendas del edificio que son propiedad de una entidad bancaria y han sido okupadas y saqueadas. Una situación que los vecinos dicen que empezó en 2019, cuando los pisos fueron okupados por primera vez. “Están completamente destrozados y su mal estado ya afecta a las viviendas del resto de vecinos”, asegura una de ellos, que señala que “el otro día se cayó parte del techo del baño de mi casa por los golpes y apaños que están haciendo los okupas, que además nos amenazan y ya no sabemos a quién dirigirnos para solucionar esta situación”.

Según los propios vecinos, estas tres viviendas son propiedad del BBVA a través de un fondo de inversiones y desde que fueron okupadas por primera vez los vecinos intentaron contactar con la entidad para que se hiciera cargo de los pisos, el pago de los servicios de agua, gas y luz y de su mantenimiento. No obstante, por el momento les ha sido imposible obtener una respuesta de la entidad. “Llevamos años igual y no hay manera de encontrar un interlocutor del banco, incluso nos consta que el ayuntamiento también lo ha intentado sin éxito y mientras tanto sus pisos y los nuestros se van degradando y echándose a perder”, lamentó otra vecina del bloque.

Es por ello que la comunidad de propietarios ha vuelto a pedir al ayuntamiento “que tome medidas y contacte con el banco titular de estas tres viviendas para que se responsabilice de ellas, porque cualquier día se nos acabará cayendo la casa encima”. Un ejemplo de lo degradado que se encuentra el edificio debido al mal mantenimiento es que la vecina que vive debajo de uno de los domicilios okupados “tiene una fuga de agua de hace más de un año que nadie se ha molestado en reparar mientras la casa se le va llenando de humedades”. “Nadie se responsabiliza de estos pisos y lo pagamos los vecinos, es un infierno”, concluyeron los propietarios.