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Los CAP de Lleida no ganan para sustos esta semana. Si el lunes fue el de Ferran el que tuvo que parar la actividad unos minutos por una posible fuga de gas, que quedó en nada, ayer, en el Onze de Setembre alguien activó, es de suponer que sin querer, la alarma de incendios en la zona de pediatría. Tras el revuelo inicial y algún paciente que fue desalojado medio anestesiado por una intervención bucal, el personal comprobó que se trataba de una falsa alarma y cada cual a lo suyo.

Silla rota en el pregón

El periodista Lluís Caelles también tuvo que interrumpir su pregón al escuchar un fuerte ruido en la sala de plenos de la Paeria. Otra falsa alarma. Sencillamente se había roto una de las sillas de los muchos invitados.

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