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Necesitaremos un esquema para movernos en la política catalana porque cuanto más unidad se reclama más nombres aparecen. Nos aprendimos lo de Junts pel Sí, que luego con la marcha de ERC se quedó en Junts per Catalunya y de la antigua CiU salieron el PDeCAT, pero también Demòcrates, Units, Lliures o Convergents, que son marcas diferentes, igual que Primàries, que parece que está más vinculada a la ANC pero que también quiere unidad. Luego apareció la Crida, que no es la que utilizó la CUP en las municipales de Lleida, sino la que impulsa Puigdemont y lo último que se lleva es lo de las constelaciones. Un veterano de la antigua CDC nos explicaba este fin de semana que no estaba en esa constelación, que parece que es la que manda ahora desde Bruselas.
