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Después de casi 40 años, ayer fue el último día de trabajo para los más de 200 trabajadores del matadero Sada de Lleida. Abrazos, lágrimas y mucha tristeza era el sentir mayoritario de los empleados, a los que no ha tocado otro remedio que aceptar las indemnizaciones por despido improcedente o coger las maletas y cambiar de vida a muchos kilómetros de los suyos. Un abrazo a todos y ojalá encuentren nuevos retos y mejores.

Pueyo recordó ayer la mili

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, aseguró ayer en su pase de revista a la Urbana por Santa Cecilia que no tendría ningún problema si se tuviera que poner “firmes”, porque hizo la mili y les obligaban a cumplir este protocolo marcial prácticamente a diario.

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