SEGRE

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Por si el confinamiento se alargara hasta Sant Jordi, que esperemos que no, han surgido una serie de iniciativas populares para llenar los balcones de Catalunya con rosas hechas de cualquier material. Desde las naturales de toda la vida hasta de fieltro, cartón, ropa o plástico. Sería una manera de entretenernos en estos días de encierro y de dar colorido a esta primavera tan triste que estamos viviendo. Música y color para acompañar esta vida monacal que llevamos a la fuerza.

La verdad, la primera víctima

La primera víctima en toda situación de crisis o guerra siempre suele ser la verdad y el mundo periodístico anda a la greña con el Gobierno central por los filtros que deben pasar los medios en las ruedas de prensa del Covid-19.

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