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La lluvia que cayó ayer en buena parte de las comarcas de Lleida redujo aún más las posibilidades de salir de casa el fin de semana. Ya es lo que toca. Hasta que no se doblegue la curva hay que limitar la vida social al máximo. Con toque de queda nocturno y cierre perimetral de los municipios hasta las seis de la mañana del lunes, una de las pocas opciones legales de moverse era ir a cazar jabalíes. Así lo aprobó el Procicat. No se trata tanto de favorecer la actividad cinegética, sino de controlar la sobrepoblación de estos mamíferos, causantes de numerosos daños a la agricultura, así como de decenas de accidentes de tráfico. La única excepción prevista era Collserola, donde se ha prohibido la caza, puesto que este parque natural se llena de excursionistas urbanitas los fines de semana.

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