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La todavía concejal del ayuntamiento de Tàrrega Teresa Sala, que anunció su dimisión tras serle vetado un acto con el activista Josep Pàmies en la Fira del Medi Ambient y que también fue expulsada del grupo de la CUP por ello, no quiso perderse ayer la inauguración de este certamen, pero acudió en clara disonancia con el equipo de Gobierno.

Así, se sumó a la comitiva encabezada por la alcaldesa Alba Pijuan con una camiseta que rezaba “Democràcia censurada” y mostrando una pancarta en la que se leía “Aquí hi ha veto”, además de lamentarse de viva voz de que no le dejaran organizar la charla. En un primer momento le rogaron que no siguiera con su protesta, pero después la comitiva desistió y dejó que se expresara como quisiera.

El recorrido terminó sin más incidentes.

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