SEGRE
Profesores y médicos

Profesores y médicosSEGRE

Creado:

Actualizado:

En los próximos años se van a jubilar 70.000 médicos y otros 70.000 profesores, la generación del baby boom. En teoría no debería haber ningún problema porque hay que pensar que los gobernantes habrán sido conscientes del problema y habrán previsto las soluciones oportunas. Más todavía cuando tenemos millón y medio de estudiantes universitarios, unas notas de selectividad que regulan el acceso a determinadas profesiones, unos estudios de prospectiva sólidos y herramientas de marketing ya probadas para incentivar determinados estudios. Tampoco parece posible que suceda lo que me pasó con un ministro de Educación hace décadas cuando le pregunté si hablaba con su colega de Trabajo para adecuar la enseñanza universitaria al mercado de trabajo. El entonces titular de Educación, me respondió que “el ministro de Educación no tiene nada que hablar con el de Trabajo”. Textual. El acceso a la profesión de médico está limitado por el MIR y por unos estudios que duran 10 años. Eso garantiza que tenemos unos profesionales excelentes, aunque, ahora mismo hay 5.000 titulados en Medicina que no han cursado el MIR o no lo han aprobado y, por tanto, ni tienen especialidad reconocida ni pueden trabajar en la sanidad pública, por lo que tenemos que importar médicos extranjeros aunque, en ocasiones, somos exportadores de profesionales sanitarios, donde les valoran más y les pagan mejor.

El resumen es que no tenemos pediatras ni médicos de familia, dos de las especialidades indispensables y con mayor demanda y se calcula que si se forman 5.500 médicos al año –son casi 7.000, pero 2.000 plazas están reservadas a médicos extranjeros que vienen a hacer la residencia y luego regresan a sus países–, en poco tiempo el déficit será de 15.000 médicos. Es posible que en las grandes ciudades haya colas, pero en el medio rural no habrá médicos. Y en todos una peor atención y profesionales más quemados. Así de simple.

En cuanto a los profesores, todavía peor. Ni tenemos los mejores ni les damos herramientas para elevar el nivel de nuestros estudiantes. Al revés. Formamos profesionales con arreglo a la vieja escuela, les pagamos mal y les exigimos que no tengan problemas. Es decir, les invitamos a que aguanten todo sin levantar la voz.

tracking