Un retorno con dudas

Televisión Española ha decidido recuperar la serie Víctor Ros después de haber cancelado la primera temporada. De hecho, ya se han grabado los capítulos de la segunda. Nos alegramos, porque se trata de una serie con potencial al introducir, en la España del XIX, un policía que, saliendo del lumpen, es un precursor de la investigación científica y también deductiva al más puro estilo holmesiano, con quien, por cierto, traba amistad en una de las novelas de Jerónimo Tristante (Murcia, 1969), su padre literario. Sin embargo, lo mismo que nos alegramos, nos ponemos igualmente a la defensiva. Dos de las razones de que la primera entrega gustara pero no provocara un entusiasmo indescriptible fueron, primero, el discreto uso del croma a la hora de ambientar el Madrid castizo en el que discurre buena parte de la acción y, sobre todo, las licencias del guion comparándolo con el texto literario. El mundo de Ros es lo suficientemente rico para cambiar la suerte de personajes o crear otros nuevos. Sirva como ejemplo el caso de la prostituta enamorada, Lola, la valenciana. Veremos.