El reto del ‘Ministerio’

Tremenda papeleta la que le espera a la tercera temporada de El Ministerio del tiempo, cuyo rodaje se anunció en septiembre de este año y desde entonces apenas se ha sabido nada más del tema, salvo la demanda por plagio a una serie americana de temática similar y/o idéntica y por la concesión del segundo Ondas consecutivo, un hecho muy poco frecuente por estos pagos. Lo del reto viene a cuento porque con esta serie, creada por Pablo y Javier Olivares para TVE, se produce un fenómeno la mar de curioso. Triunfar, triunfar, lo que se dice triunfar, no ha triunfado, con audiencias en la mano pero prácticamente desde la emisión del primer capítulo se ha convertido en una serie de culto que arrasa en las redes sociales a través de los denominados ministericos, incondicionales seguidores que siguen y expanden todo lo relacionado con la producción. Si en esta tercera temporada que se avecina, los guionistas se decantan por ganarse al gran público, incorporando morbo y comercialidad a las subtramas, pueden encontrarse un rechazo mayoritario en las redes. O viceversa.