Convergencias y divergencias

Puede parecer lo contrario pero, en el fondo, La Voz y Gran Hermano Dúo, que van a disputarse el título de campeón televisivo del invierno, tienen más puntos en común de lo que parece. Es cierto que en el programa de Atresmedia (que conviene recordar que se lo arrebató a Don Paolo de manera sorprendente) es un espectáculo familiar, más bien light, y donde todo es hermoso y las lágrimas son siempre de emoción y no de rabia por quedarse fuera del show. En cambio, en el de Mediaset todo es rebuscado, malintencionado y buscando el mal rollo por encima de cualquier otra consideración, con guiones que dejan como niños de guardería a los legendarios escritores de Enredo. Pero, a banda de competir por la audiencia al precio que sea, los dos se vuelven en las redes sociales –verdadero campo de batalla donde se dirime la supremacía definitiva– y utilizan los programas satélite como altavoz. Telecinco tiene muy engrasada ya la maquinaria del Sálvame y el Deluxe, pero Antena 3 ha puesto en la trinchera el Zapeando de La Sexta con Ricky Merino de especialista.